Lo que no debe faltar a tus hijos: las vacunas

Prevenir enfermedades que pueden cambiar por completo la vida de tus pequeños, está en tus manos.

“Las vacunas no son el enemigo”, dice el doctor Octavio Martínez Bocardi, médico pediatra intensivista certificado por American Academy of Pediatrics, al referirse a la renuencia que en pleno siglo XXI aún existe en el mundo ante la aplicación de vacunas, la cual tiene su origen en la falsa creencia de que al recibir las dosis de estas soluciones los niños pueden enfermarse.

Sería importante que los padres crearan consciencia de que, por el contrario, un niño que no se vacuna enfrenta el riesgo latente de adquirir un padecimiento que se pudo prevenir.

El especialista explica al respecto: “Las vacunas existen por la necesidad de evitar que los niños enfrenten afecciones que pueden ser mortales, como el sarampión, la difteria, la tos ferina y el tétanos, sólo por mencionar algunos ejemplos. Todas son enfermedades con sintomatología muy compleja, difícil de tratar y que pueden dejar secuelas muy serias”.

La aplicación de todas las vacunas es fundamental para mantener un buen estado de salud. Sin embargo, hay dos que el experto considera como indispensables, porque previenen enfermedades que pueden ser origen de terribles consecuencias.

Desde hace más de 20 años no existen casos de poliomielitis en México, debido a la vacunación Sabin, “pero debe seguirse aplicando, porque la enfermedad todavía se presenta en algunos países de África y el Medio Oriente”, explica el experto y complementa la idea: “En México, todavía vemos en la calle personas sobrevivientes, con 30 o 40 años de edad, que hacen frente a las secuelas de la enfermedad”.

De acuerdo con el doctor Martínez Bocardi, también resulta básico aplicar la vacuna contra el neumococo, porque “es preventiva de una enfermedad bacteriana que puede provocar daño cerebral irreversible, por condiciones como meningitis o encefalitis. Se trata de una infección en el cerebro que, aunque se trate adecuadamente en las unidades de terapia intensiva y se salve la vida del paciente, puede provocar graves secuelas a nivel neurológico, que van desde el retraso pscicomotor hasta alteraciones en el lenguaje y raciocinio del afectado”.

La prevención nunca estará injustificada y la aplicación de todas las vacunas es una responsabilidad familiar. Mamá y papá tienen la obligación de otorgar a sus hijos la mejor calidad de vida y los pequeños tienen el derecho a la salud.

El especialista señala: “La protección debe darse en casa y en los servicios de salud. Si los padres se niegan a la vacunación, los profesionales médicos estamos atados de manos y no hay manera de proteger a los niños. En estos casos, estaríamos hablando de negligencia, que es una forma de maltrato”.

Los padres de familia deben seguir en tiempo y forma las instrucciones y el calendario que les indica el pediatra. El especialista habla al respecto: “Sería importante que las familias tomaran este documento como una guía para preservar la salud de sus hijos. Pueden hacerlo con toda confianza, porque la cartilla de vacunación está basada en los protocolos que marca la Organización Mundial de la Salud”.

Por último, el experto aconseja a los padres de familia que “independientemente de creencias propias, reflexionen y piensen si quieren tener hijos protegidos de enfermedades que pueden ser muy perjudiciales, incluso mortales, y que se pueden prevenir. Cuando no hay vacunación el riesgo de adquirir estos padecimientos es latente”. La diferencia entre vacunar o no vacunar a nuestros niños tiene que ver simplemente con salvar o no salvar una vida.

Colaboración de Fundación Teletón México

“El principio de la paciencia es empezar con uno mismo”.

Bojorge@teleton.org.mx

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain