Marco Rubio: Mis principios para una reforma migratoria

El senador por Florida Marco Rubio.

El senador por Florida Marco Rubio. Crédito: AP

Columnista invitado

Como una nación fundada, construida y hecha excepcional por los inmigrantes y sus descendientes, los estadounidenses tienen un especial aprecio por lo importante que ha sido la inmigración a lo largo de nuestra historia y la reconocen como una parte indispensable de nuestro futuro.

En recompensa, los estadounidenses han sido acogedores de los inmigrantes como ninguna otra nación. Con más de 1 millón de personas viniendo aquí legalmente cada año para quedarse permanentemente, ningún otro país ni siquiera se nos acerca.

Lamentablemente, nuestro sistema de inmigración está roto, y nuestro Congreso disfuncional ha sido incapaz de poner en marcha un nuevo sistema de inmigración legal que honre nuestra herencia como una nación de inmigrantes y una nación de leyes.

Para lograr esto, tenemos que abordar tres áreas claves: modernizar el sistema de inmigración legal, poner en marcha mecanismos reales y efectivos del cumplimiento de la ley, y crear un proceso humano y responsable para tratar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados, un proceso que no sea injusto para quienes están esperando entrar por la vía correcta y que no incentive la inmigración ilegal en el futuro.

En primer lugar, necesitamos un moderno sistema de inmigración legal con aplicación y cumplimiento de la ley, que se basa en una tecnología de vanguardia para simplificar el proceso de venir y quedarse aquí legalmente. Necesitamos un programa de trabajadores agrícolas que nos permita traer trabajadores tanto temporales como de largo plazo para proporcionar a nuestras fincas, industrias lácteas, y otras industrias agrícolas la cantidad de trabajadores que necesiten.

También ya no podemos tener un sistema que sólo permita entrar aproximadamente 6.5 por ciento de nuestros inmigrantes en base a conocimientos. Necesitamos programas de visas para atraer y retener a más empresarios, inversionistas y trabajadores altamente calificados en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. No tiene sentido educar y capacitar a estos talentosos individuos en nuestras universidades y luego enviarlos de regreso a sus países.

Nada de esto debería llevarnos a abandonar o socavar la inmigración en base a la familia. Así es como mis padres vinieron legalmente a Estados Unidos, y como una gran cantidad de nuevos estadounidenses se unen a nuestra sociedad cada año. La unificación familiar debe seguir siendo una alta prioridad, junto con los intereses y necesidades económicas de la nación.

Si no logramos hacer todo esto con la modernización de nuestro sistema de inmigración, entonces no importa lo que hagamos con los que están aquí ahora, volveremos a estar de nuevo con millones de personas indocumentadas en el futuro.

Además de modernizar nuestro sistema de inmigración legal, una segunda área importante de enfocar es mejorar nuestra capacidad de hacer cumplir nuestras leyes. De ninguna nación en la tierra debería esperarse que ignore sus leyes de inmigración, y tampoco nosotros podemos ignorarlas. Debemos lograr un avance substancial para obtener un control operacional de nuestras fronteras, crear un mecanismo eficaz de la aplicación de la ley en el lugar de trabajo y encontrar una forma de asegurar que quienes visitan nuestra nación salgan de nuestro país cuando se supone que deben hacerlo.

La tercera área clave no es fácil, cómo tratar a los inmigrantes indocumentados que ya están aquí. Como la mayoría de estadounidenses, me preocupa el hecho de que tenemos millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.

Para aquellos que han cometido delitos graves en Estados Unidos, deben ser encontrados, arrestados y deportados.

Pero la mayoría de personas que están indocumentadas no son criminales peligrosos, pero tampoco son víctimas. Sabiéndolo violaron nuestras leyes de inmigración y no tienen derecho legal para permanecer aquí. Pero también son seres humanos, que tomaron esas decisiones en búsqueda de un sueño que reconoceríamos como el sueño americano.

Lo mejor para nuestro país es hacer frente a este problema en forma humana pero responsable. Una forma que asegure que esto nunca vuelva a repetirse. Esto no es contra la persona que tiene el “derecho” a venir aquí ilegalmente y quedarse, sino que con o sin documentos, la mayoría de ellos están aquí para quedarse.

No podemos rodear a 11 millones de personas y deportarlas. Ni tampoco podemos arreglar nuestro sistema roto de inmigración si continuamos ofreciendo incentivos para que la gente venga aquí ilegalmente – que es precisamente la señal que enviaría una amnistía general o nuevas vías especiales para lograr la ciudadanía.

Pero si podemos modernizar nuestro sistema de inmigración legal, asegurar la frontera y crear un sistema efectivo de aplicación de la ley en el lugar de trabajo, podemos encontrar una solución que protege nuestro derecho a que nuestras leyes sean respetadas en el futuro y que sea justo para aquellos que han venido aquí de manera correcta.

El primer paso debería ser requerir a aquellos que no han cometido ningún delito grave y que han sido asimilados a la cultura de Estados Unidos, que tengan la oportunidad de solicitar el estatus de no-inmigrante temporal. Para recibir este estatus tendrán que salir de las sombras, admitir haber actuado contra la ley, someterse a una revisión de antecedentes, pagar impuestos y una multa significativa por violar nuestras leyes. Y para mantener este estatus, debe mantenerse limpio de antecedentes penales, prestar servicios a la comunidad y demostrar un dominio del idioma inglés y de educación cívica estadounidense.

Además, éstos no podrán recibir ayuda de beneficio social, ayuda estudiantil o cualquier otra asistencia pública federal que proporcionamos a los inmigrantes legales.

Tendrán que permanecer en este estatus de no-inmigrante temporal durante un período de tiempo significativo. Pero en última instancia, no es una buena idea tener millones de personas permanentemente atrapadas en un estatus migratorio que les sigue manteniendo a una distancia de nuestra sociedad. Por lo tanto, si y cuando nuestras nuevas medidas de aplicación de la ley estén funcionando legalmente – se les debería permitir aplicar por estatus permanente, no a través de una vía especial, sino a través del proceso de inmigración legal nuevo y modernizado que imaginamos. Esto significa que tendrán que esperar detrás de todos los que solicitaron antes de ellos legalmente. Y cuando llegue su turno, tendrán que cumplir las condiciones de cualquier visa que soliciten.

Este no será un camino fácil. De hecho, será más largo y más difícil que si hubieran elegido respetar nuestras leyes en primer lugar. Pero les permitirá vivir aquí legalmente, trabajar y pagar impuestos mientras esperan.

En el pasado los esfuerzos para dar cabida a los inmigrantes indocumentados han fracasado porque las medidas para aplicar la ley nunca fueron implementadas. Es por ello que esta opción de solicitar una tarjeta verde y ponerse en línea no debería estar disponible hasta que sea certificado que se han logrado avances significativos para el control de la frontera y el gobierno federal ha implementado un sistema de verificación de empleo viable y un sistema para asegurar que nuestros visitantes no se quedan más del tiempo de bienvenida con sus visas vencidas.

Esta es una buena estrategia de sentido común que tendrá bastante apoyo de todo el espectro político, porque ambas partes desearían tener una reforma. Para aquellos preocupados acerca de la inmigración ilegal, lo que tenemos ahora es una amnistía de facto. Para aquellos que buscan ayudar a los indocumentados, las familias continuarán siendo separadas por las deportaciones, mientras los políticos siguen discutiendo y tratando de impresionar uno al otro.

Mi esperanza es que el presidente Obama hará uso de su voz y su influencia para promover esta medida. Sin embargo, si lo que ofrece es un proceso para los indocumentados que es más indulgente y más rápido de lo que incluso la mayoría de grupos de defensores de los derechos de inmigrantes están pidiendo, ése no es un buen augurio para la reforma. Será una señal clara de que, en lugar de aprobar una ley, él está más interesado en una victoria política que beneficie a los demócratas. Por el bien de nuestro país y de los millones de personas afectadas por nuestro sistema roto de inmigración, espero que el Presidente demuestre que está tan serio acerca de solucionar el problema como muchos de mis colegas y yo.

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