Mexicano lucha hasta el final para evadir ejecución en Texas

A Ramiro Hernández Llanas le quedan pocos recursos legales para evitar la pena de muerte

Houston- Tan sólo faltan ocho días para la ejecución del mexicano Ramiro Hernández Llanas y sólo restan unos pocos recursos legales que podrían detenerla, mientras sus familiares se preparan para ingresar a Estados Unidos.

El tiempo avanza indetenible y las 6 p.m. del 9 de abril, la “Unidad de las Paredes” en la cárcel de Huntsville, en Texas, recibirá a Hernández, quien ahora se encuentra en la prisión de Livingston.

Hace 17 años fue encarcelado, acusado del asesinato del profesor de la Universidad de Baylor, Glen Ernst Lich. Han pasado 14 años para enfrentar su destino final, la pena de muerte, a menos que un recurso legal logre detenerla.

Luego que la Corte Suprema de Justicia de EEUU declinara revisar su caso esta semana, la vida del mexicano, de 44 años, depende ahora de una apelación a la Junta de Perdones y Libertades de Texas, además de otra demanda paralela relacionada con el medicamento usado en las ejecuciones.

Hernández, así como todos los condenados a muerte en Huntsville, recibirá una inyección letal, pero sus abogados demandaron al Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ) para que publique el nombre del nuevo proveedor de la droga Pentobarbital, un poderoso anestésico que afecta el sistema respiratorio.

Como resultado, un juez local exigió a TDCJ que revelara el nombre, pero su vocero, Jason Clark aseguró que “apelarían a una corte superior”.

TDCJ cambió el proveedor recientemente, un punto que la defensa de Hernández asegura es esencial.

Varios grupos de derechos humanos han insistido en que la manufactura de la droga no está bien regulada y que algunas de las dosis comerciales pueden estar contaminadas, lo que puede producir un inmenso dolor en la persona ejecutada.

“El tiempo es realmente esencial. Sin información respecto al origen de las drogas, su pureza, potencia e integridad, no se puede evaluar el posible riesgo de dolor cruel e inusual que podría experimentar y que viola la octava enmienda”, dijeron las abogadas en la demanda.

Por otra parte, la apelación a la Junta de Perdones y Libertades de Texas o un posible retraso por parte de la oficina del gobernador Rick Perry son altamente improbables.

La familia de Hernández ya recibió las visas para ingresar a Estados Unidos. Fuentes cercanas a la gestión aseguraron que consiguieron visas humanitarias por 10 días a través del Consulado de México en Houston.

Ingresarán al país por Nuevo Laredo, Tamaulipas, en los próximos días. Se espera que varios de sus 10 hermanos y madre viajen a visitarlo.

Organizaciones como Amnistía Internacional ya han iniciado una campaña para detener la ejecución. Además, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México pidió al gobernador Perry que suspendiera la ejecución y conmutara la pena por cadena perpetua.

Hernández es parte del caso Avena y no recibió asistencia consular cuando fue condenado.

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