La vigilancia en el transporte público de Los Ángeles podría cambiar de manos

La propuesta surge de la preocupación de los usuarios de Metro por su seguridad

La extensión de la Línea Púrpura se está realizando en tres fases, la primera de las cuales ya está en construcción.

La extensión de la Línea Púrpura se está realizando en tres fases, la primera de las cuales ya está en construcción. Crédito: Ciro Cesar | La Opinión

La Autoridad de Transporte Metropolitano de Los Ángeles (Metro) ha decidido hoy aplazar otros tres meses la votación sobre la propuesta de contratar agentes de varios departamentos de policía que contribuyan a hacer el transporte público en Los Ángeles más seguro para sus usuarios.

La decisión sobre esta nueva política de seguridad multiagencia debía ser tomada este jueves, pero en su lugar la junta directiva ha decidido posponer la decisión ya hasta el año que viene.

Desde 2003, los trenes y autobuses de la ciudad han sido patrullados por agentes del Departamento del Sheriff del condado (LASD, por sus siglas en inglés), pero Metro se ha planteado contratar a miembros de los departamentos policiacos de Los Ángeles y Long Beach para sustituir a un gran número de los agentes del Sheriff.

El motivo es la preocupación que los usuarios han expresado por su seguridad cuando utilizan el transporte público, y que ha sido la principal causa citada por aquellos que dejaron de usarlo. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el número de crímenes reportados ha descendido un 15% este año y que el 80% de los usuarios contestó que se sentían seguros cuando lo utilizaban en una encuesta de 2015.

Pero una auditoría realizada por la Oficina del Inspector General de Metro el año pasado comparó desfavorablemente el sistema de transporte público de Los Ángeles con el de otras ciudades, ya que en 2014 tuvo una tasa de crímenes serios superior a la de Chicago, Washington D.C., Boston o Filadelfia. Solo el sistema de trenes BART de San Francisco tuvo una mayor incidencia criminal, pero se trataban de crímenes de menor seriedad.

Aunque el número de crímenes no es alto, indica el reporte, se dan mayor cantidad de agresiones violentas como homicidios y violaciones que en otras ciudades.

Además, la auditoría reveló disparidades en la distribución de recursos de seguridad entre las diferentes líneas, ya que las que presentaban mayor índice de criminalidad (la Azul y la Verde) recibían menos vigilancia policial que otras como la Línea Dorada.

A raíz de estas averiguaciones, Metro presentó una propuesta a principios de noviembre solicitando el cambio, y citando como causa la poca visibilidad de los agentes del sheriff y la escasez de quienes cumplen los requisitos para el puesto.

Si la junta directora de Metro aprueba la propuesta, afectará a más de la mitad de las líneas de metro y el 60% del servicio de autobuses. El nuevo acuerdo entre la entidad y las agencias de policía se firmaría por 5 años, y tendría una retribución estimada en casi $527 millones.

El Sheriff del condado de Los Ángeles, Jim McDonnell, ha defendido la actuación de sus agentes afirmando que habían “mejorado dramáticamente” en aquellos aspectos en los que fallaban como la citada falta de visibilidad o la dificultad de responder rápidamente a las alertas, pero que “al final del día, se trata de un sistema masivo”.

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