Un empresario contrario a subir el salario mínimo al departamento de Trabajo

El controversial Andrew Puzder dirige una cadena de comida rápida desde 2000

Las alarmas sonaron tan fuerte entre las organizaciones dedicadas a abogar por los derechos de los trabajadores que el jueves, antes de que se confirmara el nombramiento de Andrew Puzder como secretario de Trabajo, algunas de ellas pidieron al Senado que examine muy cuidadosamente sus credenciales para cumplir con el puesto.

Puzder es el controversial presidente de los restaurantes CKE desde 2000, que tiene las marcas Carl’s Jr., Hardee’s y Green Burrito. Se trata de una cadena de comida rápida que ha llamado la atención por usar en sus anuncios a mujeres con poca ropa comiendo hamburguesas.

Pero no es eso lo que más inquieta a sus críticos sino el hecho de que Puzder se opone al aumento del salario mínimo a $15 la hora porque, desde su punto de vista, subirá los precios a los consumidores y reducirá el empleo.

Este gestor también es contrario a la recientemente retrasada normativa que habría elevado el número de personas que tienen derecho a cobrar las horas extraordinarias de trabajo y en una nota de opinión en The Hill el año pasado dijo que aunque los subsidios como los cupones de alimentos ayudan a personas con necesidades “estos programas tienen la consecuencia indeseada de desincentivar el trabajo en vez de animar la independencia, la autosuficiencia y el orgullo”.

Puzder, como Trump, es un ejecutivo que dirige una compañía con cientos de empleados. Como el presidente electo, este empresario sin experiencia en servicio público, cree que las rebajas de impuestos y la desregulación son clave para el crecimiento económico. Es la teoría sobre crecimiento económico favorita y más abrazada por  los conservadores. Ha sido puesto en práctica varios presidentes desde Ronald Reagan hasta George W. Bush, en cuyo mandato se vivió la peor recesión desde la Gran Depresión de los años treinta.

El candidato a ser secretario de Trabajo también está en contra de Obamacare y defiende la automatización del trabajo porque como dijo en una entrevista con Business Insider en marzo de este año, las máquinas son siempre “amables, siempre aumentan las ventas, nunca toman vacaciones, llegan tarde al trabajo, se caen o denuncian por una cuestión de discriminación de edad, sexo o raza”.

Desde la Federación Nacional de Comerciantes al por menor, NRF, se dio la bienvenida a la noticia de que este ejecutivo ocupe el liderato del Departamento de Trabajo.”Andrew Puzder tiene la experiencia del mundo real para entender los problemas laborales y cómo se crea trabajo”, explicaba en un comunicado David French, vicepresidente de la NRF.

Este punto de vista es totalmente contrario al que sostiene Christine Owens, director ejecutivo de la National Employment Law Project (NELP). Owens pidió mucha atención a los senadores cuando revisen el curriculum de Puzder y aprueben su nombramiento.

Este es un nombramiento en el que se convierte a un CEO (el primer ejecutivo de una empresa) en la voz de los trabajadores del país, señaló Owens para lamentar que Trump dijera en la campaña que iba a ser el presidente de los trabajadores americanos y nombrara a este ejecutivo. “El estatuto federal dice que el propósito del departamento de Trabajo es procurar, promover y desarrollar el bienestar de los que ganan un salario en EE UU, mejorar sus condiciones de trabajo y mejorar sus oportunidades para un empleo rentable”, explica Owens. “Dada esta misión esta nominación es un puñetazo en las entraas de los hombres y mujeres de buena voluntar que creen en la misión del Depapartamento de Trabajo” .

Lawrence Mishel del Economic Policy Institute se preguntaba ayer si “hay algún estandar laboral que apoye” Puzder.

Karla Walter, directora en el Center for American Progress,lamentaba que la plataforma electoral de Trump haya sido abogar por los trabajadores pero en su nombramiento de Puzder muestre lo opuesto “creando una administración que funcione para presidentes de empresas, Wall Street y unos pocos afortunados”.

Inmigración

Andrew Puzder tiene una visión menos beligerante contra los inmigrantes que Donald Trump y está de acuerdo en fortalecer las fronteras pero también en abrir un camino a la legalizacion de los indocumentados, aunque no la ciudadanía, siempre y cuando “estos quieran aceptar la responsabilidad de sus acciones y admitir las consecuencias.

Desde Fair, la Federación for American Immigration Reform, que no está abogado por la reforma que permita una regularización con camino a la ciudadanía, se lamenta que no se sea consistente con el mensaje de Trump en campaña y que no se esté al lado de los “intereses de los trabajadores americanos que han sido socavados por la inmigración ilegal.

En esta nota

#Trabajo Donald Trump Empleo

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain