James McAvoy: “Split es un film diferente; fue un gran reto”

El actor escocés interpreta a un hombre con 23 personalidades diferentes en la última película de M. Night Shyamalan, que se estrena el 20 de enero

James McAvoy en los 62nd London Evening Standard Theatre Awards.

James McAvoy en los 62nd London Evening Standard Theatre Awards. Crédito: Daniel Leal | AFP / Getty Images

NUEVA YORK – M. Night Shyamalan sorprendió al mundo con “The Sixth Sense” en 1999, a la que siguieron algunos buenos films como “Unbreakable” y “Signs”. Pero desde entonces parecía haber perdido la magia. Ahora este director y guionista estadounidense de origen indio vuelve con “Split”, con la que recupera algunas características de sus primeras películas como el elemento sorpresa, presente desde el momento en que el personaje protagonista es un individuo con 23 personalidades diferentes.

Para enfrentar tal reto interpretativo Shyamalan eligió al escocés James McAvoy, un actor versátil con una solida carrera tanto en películas de gran presupuesto (la franquicia X-Men) como independientes (“The Last King of Scotland”). Hablamos con el británico en un hotel del SoHo, recién llegado a Nueva York desde Londres para la promoción de “Split”.

P: Éste es un personaje –o un grupo de personajes- muy especial. ¿Habías trabajado en una película como ésta?
James McAvoy: He interpretado personajes que eran radicalmente diferentes en ciertos momentos, de forma que parecían gente diferente. Pero “Split” es diferente, fue algo nuevo para mí. Un gran reto.

P: ¿Más difícil que otros?
J.M.: Sí. Bueno, lo más difícil es trabajar en una película mala, con un mal director y un grupo de actores malo. Y ésta no tenía nada de eso. Pero fue un reto, un trabajo duro.

P: ¿Cómo terminaste en este proyecto?
J.M.: Conocía a Night (M. Night Shyamalan) en una fiesta del Comic Con de San Diego. Él estaba allí por “The Visit” y yo por “X-Men”. Estábamos en una fiesta medio borrachos y él me vio con la cabeza afeitada. Me dijo: “Dude, ¿eres James McAvoy?”. Sí. “¿Calvo?”. Sí, sí. Empezamos a hablar. Le dije que era un gran fan de él. Él me dijo que era fan mío… Dos semanas más tarde me llamó y me dijo: “Tengo un guion, ¿quieres echarle un vistazo?”. Y, ¡wow! Por eso tengo que ir más a menudo a LA, a conocer directores que me ofrezcan trabajo. Leí el guion e inmediatamente me entusiasmé. Le dije: “Si quieres que haga esto, cuenta conmigo”.

P: ¿Cuál fue tu primera reacción?
J.M.: Leí las primeras página y pensé: “¡Oh, no! Éste es uno de esos films en los que un tipo secuestra a unas chicas, las tortura, ellas tratan de escapar, él trata de evitarlo… tipo el gato y el ratón. Creo que no quiero estar en esa película”. Entonces, a las cuatro páginas desapareció ese concepto. Después, cada cuatro o cinco páginas, me encontraba con un nuevo nivel de entendimiento de que lo realmente estaba pasando. Creo que fue muy cool desde el punto de vista de cómo contar una historia.

P: ¿Cómo te preparaste para el rol?
J.M.: Básicamente tuvo que crear nueve personajes [De los 23, “sólo” aparecen en pantalla nueve], que son ocho más de que los tengo normalmente, jajaja. Eso es mucho trabajo y no tuve mucho tiempo para hacerlo, porque llegué al proyecto bastante tarde. Investigué mucho sobre gente que tiene DID (Dissociative Identity Disorder, Síndrome de identidad múltiple), vi mucho videos de gente con DID, leí muchos diarios… La información médica que pude encontrar no me ayudó mucho, pero todo lo que cuenta directamente la gente con DID fue muy útil.

Anya Taylor-Joy y McAvoy en una escena de Split.
Anya Taylor-Joy y McAvoy en una escena de Split.

P: Los textos médicos no te sirvieron…
J.M.: No, porque mucha de la información médica se centra en la discusión sobre si la DID es realmente o no una condición. Yo tenía que asumir que sí existe.

P: Uno de los personajes, al final de la película, sufre una transformación física tremenda…
J.M.: Tuve que hacer mucho ejercicio… Comí mucho y me puse más grande de lo que suelo estar. Tuve seis semanas, que no es tiempo suficiente para ganar mucho peso o músculo, pero gané tanto como pude levantando pesas y comiendo seis o siete mil calorías al día. Comía mucho, y no me importaba si me ponía un poco gordo alrededor de la cintura, buscaba estar “más grande”.

P.: ¿Cómo es trabajar con un director tan especial como Night?
J.M.: Es muy meticuloso, muy detallista. Muy comprometido con su visión original. No quiere que lo distraiga el viento dominante. Él quiere llegar y hacer su película de la forma en que él la ve. Y ha logrado las capacidades técnicas y la sensibilidad artística para conseguir hacerlo muy muy bien. Es algo que deberían tener todos los directores, pero no todos los tienen. Si no siente que tiene absolutamente toda la escena perfecta, va a volver al día siguiente a hacerla de nuevo. Y a veces hasta tres veces.

P: Cuando estaban construyendo los diferentes personajes, ¿fue difícil trabajar con él o te daba libertad?
J.M.: Yo tenía mucha libertad para traer mis ideas a escena, para llevar a los personajes en una u otra dirección, y a él le parecía bien. Aunque también decía “no” a otras cosas. Eso sí, el día de la grabación, él quería que yo dijera exactamente las palabras que él había escrito. Pero pude improvisar físicamente, jajaja, y lo hice mucho.

Shyamalan y McAvoy durante el rodaje de Split.
Shyamalan y McAvoy durante el rodaje de Split.

P: ¿Cuáles son tus películas favoritas de Night?
J.M.: “Unbreakable” es uno de mis films favoritos, así que eso fue un gran beneficio de esta película. También me gustó mucho “Lady in the Water”, una película rara y loca que me encanta, también muy divertida.

P: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
J.M.: Tengo dos películas más este año. “The Coldest City”, que ocurre en Berlín, una película de punk, rock, drogas y espías. Y después una película de Wim Wenders (“Submergence”) que es una historia de amor.

P: Otro gran director…
J.M.: Un gran director. Es fantástico, simplemente fantástico. Y con Alicia Vikander, que es una actriz fantástica también. Después, no sé. Aún estoy esperando a que salga algo interesante.

P: Tú has estado en películas de estudio, de grandes presupuestos. Y ahora estás trabajando con directores que se arriesgan y producen por su cuenta, como Night. ¿Qué te gusta hacer más?
J.M.: Me gustan ambos. Si es un buen guion y tengo cosas divertidas que hacer, me gusta. Si sólo estoy de pasada, no me gusta. He estado en películas de bajo presupuesto que eran horribles. Y he estado en películas de gran presupuesto que se sentían muy bien. Y viceversa. Así que no prefiero unas y otras. Creo que la única diferencia es que, cuanto más pequeño el film, más integral eres en el proceso. Cuanto más grande es el film, más te sientes parte de una máquina. Porque tienes menos oportunidades de influenciar qué va a ser la película. Hay muchas otras partes móviles que están colaborando. En cambio, en films más pequeños, si tienes un rol grande, tiene una gran oportunidad de influenciar el tono y el sabor del film.

P.: ¿Se siente diferente en el set?
J.M.: Cuanto más grande el film, más estás merodeando, más esperas, más tiempo libre. Ésa es la única diferencia, realmente. Un set es un set. Nunca hay tiempo suficiente, siempre estás corriendo, nunca hay dinero suficiente. Incluso si tiene $200 millones, nunca ha dinero suficiente. Si tienes dos millones, nunca tienes dinero suficiente. Siempre es lo mismo, grandes y pequeños. Puede que haya más juguetes, set más grandes en una película de más presupuesto… pero al final yo lo siento igual.

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