Editorial: Censura en el Congreso

Hay maneras de censurar las expresiones de desacuerdo. En esta sesión del Congreso, la falta de “decoro” es la sobresale. Tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado se ha usado esta palabra para intimidar a los legisladores con multas e instrumentar selectivamente normas para reprimir y evitar acciones y comentarios que incomoden a la mayoría legislativa.

Actuar con decoro es actuar con propiedad y cortesía. Es irónico que la queja de descortesía provenga de los republicanos de la era Trump. Este presidente, con sus burlas e insultos es el más indecoroso que se recuerde. Y los legisladores no mostraron un comportamiento mucho mejor hacia el expresidente Obama cuando el racismo y el desprecio se asomó en críticas y cuestionamientos.

El caso es que a la senadora demócrata Elizabeth Warren le impidieron continuar su discurso en el pleno del Senado cuando se debatía la controversial nominación del senador republicano Jeff Sessions como secretario de Justicia. Para hacerla callar se aludió a una norma de decoro en donde un legislador no puede cuestionar (traductor: cannot impune) la integridad de otro.

La falta de Warren fue repetir una cita del fallecido senador Ted Kennedy usada en una audiencia del Senado en la década de los ochentas cuando Sessions fue designado para juez federal. Además, leer una carta escrita para la misma ocasión por Coretta Scott King, viuda del líder de los derechos civiles Martin Luther King, oponiéndose a Sessions.

Los tiempos cambiaron para mal.

Las palabras que ayer sirvieron para rechazar la nominación de Sessions como juez federal, por considerarlo un extremista opuesto a la protección de los derechos del votante afroamericano, hoy no pueden ser escuchadas cuando la misma persona es elevada al cargo más alto para custodiar los derechos y protecciones de las minorías.

Unas semanas antes al inicio de la sesión legislativa de la Cámara Baja, la mayoría republicana le otorgó el poder al Sargento de Armas del Congreso para multar a cualquier congresista que transmitiera en vivo desde el Pleno. Dijeron que fue indecoroso cuando en 2016 un grupo de demócratas pasaron por Periscope una protesta porque no votaban a favor de leyes para regular las armas de fuego.

Ahora es no es decoroso, y si costoso, que un legislador muestre algo en el Congreso que disguste a la mayoría, que es la que controla las cámaras de televisión.

En realidad lo indecoroso hacia los estadounidense es la hipocresía de censurar un sitio sagrado de expresión como son las cámaras legislativas.