Donan por accidente a la caridad una camisa con $8,000 en el bolsillo

Su buen corazón estuvo a punto de costarle a un matrimonio el dinero que el esposo llevaba años ahorrando

Linda Hoffmann abraza a la trabajadora del Goodwill de Placentia que encontró la camisa de su marido donada por error con un fajo de billetes dentro.

Linda Hoffmann abraza a la trabajadora del Goodwill de Placentia que encontró la camisa de su marido donada por error con un fajo de billetes dentro. Crédito: ABC7/Captura de pantalla

Un matrimonio de Placentia donó por accidente a la caridad una camisa que contenía un sobre con nada menos que 8,000 dólares, aunque afortunadamente la anécdota tiene un final feliz.

Bob Hoffmann, de 65 años, llevaba años ahorrando para pagarle el viaje de sus sueños  a Italia a su esposa, Linda, de 68 años. Había decidido sorprenderla con el regalo cuando se jubilara en 2018, por lo que lo había mantenido en secreto.

Pero hace un par de semanas, un familiar de Hoffmann le pidió ayuda para evitar ser desahuciado y el hombre decidió que le daría el dinero que había ahorrado a lo largo de seis años.

El 6 de febrero lo sacó del banco, y para evitar que alguien lo encontrara, decidió guardar el sobre con 8,000 dólares en efectivo en el bolsillo de una camisa olvidada en el fondo de su armario.

Esa misma noche, su esposa le dijo que pensaba dirigirse a la sede local de la asociación Goodwill para donar ropa vieja. Hoffmann decidió ayudar y cargó varias prendas que ya no usaba en el coche de Linda – sin recordar que una de ellas escondía una pequeña fortuna.

No se dio cuenta de su despiste hasta un par de días más tarde, cuando su mujer ya había llevado la donación a Goodwill.

Desesperado, Hoffmann le habló por fin del dinero que había ahorrado durante años, que recientemente había decidido dar a su pariente en apuros, y que se le había ocurrido guardar en una camisa vieja.

¿Quieres que te pregunte cuánto dinero había en el sobre?“, le dijo su esposa. “No“, contestó él.

Cuando conoció la cantidad, Linda solo pudo exclamar: “Dios mío”.

El matrimonio corrió al centro de Goodwill, donde los empleados y voluntarios dispuestamente registraron las instalaciones durante más de una hora.

Pero fue en vano. La camisa no apareció, y los Hoffmann se fueron a casa desolados.

“No quiero herir su orgullo… Pero él [Bob] estaba llorando. No lo había visto tan angustiado desde la muerte de sus padres”, confesó Linda.

Por suerte para la pareja, el pasado viernes se llevaron una auténtica alegría cuando una trabajadora de Goodwill, Caitlin Mulvihill, les llamó para contarles que había logrado localizar el sobre al reconocer la camisa por su peculiar color naranja.

Goodwill no quiso aceptar nada a cambio de devolver el dinero, pero Linda invitó a todos los trabajadores a pizza como señal de agradecimiento.

Y para rematar el final feliz de la historia, hace unos días Hoffmann se enteró de que su pariente ya no necesitaba el dinero. Los 8,000 dólares están de vuelta en el banco, a buen recaudo hasta que sirvan para financiar un soñado viaje a Italia.

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