Inauguran moderno centro de visitantes en el Parque Presidio en la Bahía de San Francisco
Las nuevas instalaciones permiten a los visitantes conocer y disfrutar la historia, la tradición y las maravillas naturales del Parque Presidio, un sitio icónico justo a un costado del Golden Gate
San Francisco – En la espectacular entrada marítima a la Bahía, a un costado del puente Golden Gate, el edificio número 210 fue una cárcel al interior de un cuartel militar cuya construcción en 1900 costó $18,700.
Hoy, el histórico lugar fue renovado para convertirse en el flamante Centro de Visitantes del Parque Presidio. Después de más de un año de trabajos y a un costo de $5 millones, el centro fue inaugurado hace unos días en una ceremonia a la que asistieron líderes sociales e indígenas y funcionarios que hicieron posible su construcción.
El centro, que lleva el nombre de William Penn Mott, Jr., un arquitecto paisajista que trabajó en el Servicio de Parque Nacionales, ofrece a los visitantes exhibiciones interactivas, mapas, vídeos, una tienda y un puesto de información que describe al detalle la historia del parque.
A la ceremonia inaugural asistió la congresista demócrata Nancy Pelosi, quien fue pieza clave en la preservación del Parque Presidio, el cual estuvo en peligro de ser vendido después de que el Ejército lo cerró en 1994. Dos años más, tarde Pelosi introdujo una ley para crear un fideicomiso llamado Presidio Trust, un original programa público-privado para manejar el parque, preservar su historia y hacerlo autosuficiente económicamente.
Pelosi destacó la importancia histórica y cultural del parque. “Es un ejemplo de un esfuerzo mancomunado entre el sector privado y el público. Porque hay recursos que pueden producir ganancias económicas que pueden pagar los gastos del parque. Es importante reflexionar sobre lo que nuestros ancestros hicieron para que nosotros llegáramos a donde estamos”, dijo.
Hoy, el parque y el moderno Centro de Visitantes es administrado conjuntamente por tres organismos: el Presidio Trust, el Servicio de Parques Nacionales y la Conservación de Parques Nacionales Golden Gate.
En el evento también participaron representantes del pueblo Ohlone, habitantes desde hace más de 10,000 años de lo que hoy se conoce como el Área de la Bahía de San Francisco. Cantando una canción ceremonial en lengua chocheña, Carla Marie Muñoz y Desiree Muñoz bendijeron la inauguración.
“Espero que aquellos que visiten este centro aprendan sobre la continua resistencia de la cultura ohlone de forma honesta y auténtica. 200 años atrás, para los pueblos nativos el Presidio no era un lugar fácil de vivir… No podemos cambiar la historia de la colonización aquí en California, pero sí podemos contar la verdadera historia que llena de orgullo y dignidad a nuestra comunidad”, dijo a los cientos de asistentes Andrew Galván, representante Ohlone y director del Museo Misión Dolores en San Francisco.
“Tratamos de contar las historias de todos los que vivieron aquí para tener una historia completa del Presidio”, dijo Alejandra Iraheta, una guardabosques que lleva cinco años trabajando en el parque.
Iraheta, de ascendencia salvadoreña, mostró una mesa interactiva que se asemeja a una gran pantalla computacional donde, después de tocarla, se pueden leer biografías e historias en inglés, español y chino. “Es importante que venga toda la comunidad latina ha visitar porque aquí está la historia de nosotros. Puede ser un lugar de sanación o simplemente un lugar para divertirse. Aquí estuvieron los mexicanos, los españoles, es nuestra historia, es nuestro hogar”, dijo.
En la exposición del centro, las historias abundan: Juana Briones, una hacendada, matrona y curandera afromexicana que usaba las plantas locales para curar enfermedades. También está la de los militares afroamericanos llamados Soldados Búfalos que en California construyeron muchos de los caminos en los parques nacionales.
“En varios idiomas, la exposición realmente indaga las conexiones de cada sanfranciscano, de cada miembro de la comunidad. Representa el rico legado de inclusión y diversificación”, dijo Odette Keely integrante de la junta directiva del Parque.
Sintia Kawasaki-Yee nunca visitó un parque nacional hasta que en la escuela tomó una clase y “me abrieron las puertas para venir a trabajar a los parques”. Kawasaki-Yee, de ascendencia mexicana, es hoy una guardabosques de los parques nacionales.
Ella dijo que se necesitan más latinos trabajando en los parques porque “es algo muy positivo para el parque porque son diferentes experiencias que podemos traer a estos trabajos que normalmente no tienen muchos mexicanos. Hay mucho que aprender de los parques. Los jóvenes tienen que superar todo lo que nuestros padres pasaron para tener un mejor futuro. Es nuestra responsabilidad, de esta generación, que sabemos inglés, que tenemos educación para llevar a nuestros familiares a los parques”, aseveró.