ATF descubre que policías violan la ley al comprar y vender armas
Hacer esto sin licencia lleva a una condena de hasta cinco años en prisión
La policía de Los Ángeles de la división Southwest confiscan arsenal de armas y drogas. (Jacqueline García) Crédito: Jacqueline García | La Opinión
Algunos agentes policiales del sur de California han estado comprando y vendiendo armas de fuego, posiblemente violando la ley federal en el proceso, de acuerdo con la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
Según la oficina, los agentes del orden han estado comprando armas de fuego —algunas de las cuales son consideradas ilegales en el estado de California- y luego las revenden sin licencia para obtener ganancias. También las podrían estar vendiendo a individuos que no forman parte de una agencia del orden.
En un memo emitido el pasado 31 de marzo, la agencia de control de armas alertó a jefes de departamentos policiacos y alguaciles que esta tendencia está en aumento, y que juntas informativas sobre el tema deben de realizarse.
El comunicado no especifica cuántos agentes habían estado involucrados en estas transacciones ilícitas, pero el memorando dice que algunos elementos habían comprado más de 100 armas de fuego. Algunas de esas armas han sido recuperadas en lugares de crímenes.
Ginger Colbrun, de la división de la ATF en Los Ángeles, dijo a KPCC que la creciente tendencia llevó a que se enviara un mensaje a los líderes de las agencias policiales del sur de California explicando las reglas federales de compra y venta privada de armas.
“Nuestro objetivo es educar y asegurar que el personal de las fuerzas del orden público, así como el público en general, estén plenamente informados” de las regulaciones con respecto a las ventas de armas, dijo.
La ley de California que establece la lista de armas ilegales para venta al público tiene una exención que permite a agentes del orden comprar tales armas. Otra excepción estatal les permite revender estas armas, pero solamente bajo condiciones especiales.
Pero si los policías están comprando y revendiendo armas con fines de lucro como negocio, necesitan una licencia federal de armas de fuego, conocida como FFL.
El hecho que los agentes estén vendiendo las armas sin contar con la licencia adecuada ha generado preocupación en la ATF.
Utilizando una combinación de informes de ventas y métodos de seguimiento del origen de una compra de armas, la ATF comenzó a notar que ciertas armas comenzaron a aparecer en escenas de delito con un “tiempo a crimen” —el tiempo que le toma a un comprador de armas utilizarla en un crimen- mucho más corto que el usual.
“El arma de fuego promedio tarda unos 10 años en pasar de la compra a la escena del crimen”, dijo Colbrun a KPCC. Explicó que si estas armas aparecen en una escena de crimen dentro de los primeros tres años de su compra, emiten una bandera roja. Fue por medio de estas alertas que dieron con los casos que involucraron a agentes de la ley.
Según ATF, alguien condenado por ventas ilegales de armas de fuego enfrenta hasta cinco años de prisión y una multa de $250,000, mientras que hacer una declaración falsa a un licenciatario federal de armas de fuego cuando se adquiere un arma lleva hasta una pena de prisión de 10 años y una multa de hasta $250,000.
