Destruyen edificios históricos de LA
La falta de castigo provoca que dueños no conserven su diseño y estructura
Conservar la bella escultura de diseño Art Deco, grabada en la década de 1930, no estaba en los planes de remodelación de un negocio de la calle Broadway, en el centro de Los Ángeles. A golpe de martillo, su propietario la derribó y abrió otros dos huecos en la fachada de mármol para construir tres ventanas asimétricas.
Al comerciante poco le importó que al Distrito de Teatros de la Calle Broadway, el primero y más grande de Estados Unidos, se le considera un Monumento Histórico Nacional desde de 1979. Para los expertos, la pieza destruida, que representaba a una mujer cargando una lira y de rodillas junto a un globo, es irreemplazable.
“Me resulta doloroso que los actuales dueños del edificio han robado a la comunidad de esa hermosa obra de arte y fachada”, señaló Eric Lynxwiler, integrante de la Sociedad de Art Deco de Los Ángeles que el pasado 6 de agosto reportó la destrucción de la escultura.
“¿Cómo puedes volver a tener esa pieza de arte?”, pregunta Jessica Wethington McLean, directora ejecutiva del proyecto Bringing Back Broadway, enfocado en la restauración, promoción y revitalización de la otrora popular vialidad.
Lo peor, alertó Wethington, es que la práctica es común en esa calle. “Pasa muy seguido. Piensan que es mejor pedir perdón que pedir permiso”, comentó la funcionaria a La Opinión mostrando fotografías de cómo lucía la obra artística antes de ser derribada y otras con el rectángulo vacío que la sustituyó.
De acuerdo al grupo Los Angeles Conservancy hay más monumentos antiguos que están en peligro, como la Torre de Capital Records, donde una nueva construcción adyacente “podría causar daños potenciales” a uno de los íconos de Hollywood. Otros sitios en riesgo son el hospital Barllow, el edificio Barry, los puentes del Río Los Ángeles, la Casa Moore y el astillero Southwestern Marine del puerto de San Pedro.
Es tan grave la destrucción de la historia de esta ciudad, que la Sociedad de Art Deco se ha enfocado en identificar las estructuras y luchar por incluirlas en la lista de monumentos histórico-culturales del ayuntamiento, en un intento por salvarlas de la maquinaria pesada.
La última alerta del grupo ha sido la venta potencial de la Oficina Postal de Venice, quizás la única estructura construida en la era de la Gran Depresión de la década de 1930. “Por lo general, la venta o disposición de estos activos que no están protegidos los expone a un futuro incierto que podría incluir su degradación”, advierte la sociedad.
Si esto ocurre, añade, se sumará a la “pérdida masiva” de más de 500 propiedades históricas, como parte del proyecto de renovación en ese vecindario.
Pero el reconocimiento del municipio ha hecho poco por impedir que algunas obras arquitectónicas sean reducidos a cenizas. La gran incertidumbre es cuántos de los más de 1,000 monumentos históricos de la ciudad están siendo dañados sin consideración.
“A los dueños se les hace fácil construir algo nuevo sin seguir las leyes, porque no hay castigos”, expresó el concejal José Huízar, autor de una moción que pide elevar los castigos a quienes dañen activos con valor histórico-cultural.
Actualmente, la multa es de unos 2,000 dólares. La propuesta del concejal pide establecer una sanción administrativa más alta, revisar cuántas infracciones han impuesto las agencias municipales y analizar lo que han hecho otras ciudades para proteger estos activos. “Quiero preservar lo más posible nuestros edificios históricos”, recalcó Huízar.
Esta semana, los protectores de la historia escucharon una buena noticia: el Concejo de Los Ángeles autorizó un fondo de 15 millones de dólares para la renovación del antiguo hotel Dunbar, en la avenida Central, golpeado por los años y el grafito. La idea es transformarlo en un desarrollo de vivienda de uso mixto, pero respetando su diseño original. “Es maravilloso ver que la avenida [Central] cobra vida nuevamente y saber que este monumento histórico será restaurado para que lo disfruten futuras generaciones”, expresó Jan Perry, concejal del Distrito 1, donde se encuentra el edificio.
Sin embargo, para otros sitios, como la biblioteca de West Hollywood (construida en 1859) y el edificio de la antigua librería de literatura gay “A different Light” en Silver Lake (cuya estructura data de 1926), el reconocimiento de las autoridades nunca llegó. Ambos fueron reducidos a escombros hace unos días.