Estados se alistan para las primarias

La tradición manda que dos pequeños estados sean los que dan la partida

A pocas semanas de que se inicie el proceso de elecciones primarias presidenciales, diferentes estados del país están luchando una batalla donde la coreografía se repite cada cuatro años, pareciéndose a un conocido baile para adelantar su posición en el calendario.

Como si fuera muy fácil de entender el sistema electoral de las Presidenciales de Estados Unidos, nos llegan las noticias de que los estados se pelean por adelantase en fechas y se enoja unos con otros compitiendo por este privilegio. El Partido Nacional viene entonces y pone orden.

Porque resulta que aquí no hay primarias o internas partidarias nacionales, como en otros países, sino que son estado por estado. Y estar primero en las fechas trae ciertos beneficios a la economía de ese estado, pero sobe todo la influencia política que implica estar entre los primeros.

“Dos palabras: política y economía, es decir casi nada, es lo que está en juego”, afirma el profesor de ciencias políticas Shawn Bowler, de la Universidad de California en Riverside. “Los estados que van primero, tradicionalmente Iowa y New Hampshire, tienen sus hoteles y restaurantes llenos por meses antes de la fecha de la votación. Y ambos reciben mucha atención de los medios de comunicación”.

La tradición manda que estos dos pequeños estados del medio oeste y del noreste del país sean los dos primeros, aún cuando hay quienes consideran que esto es injusto, dado que cobran demasiada importancia para su tamaño y además, no tienen la diversidad racial y étnica de los estados más grandes del país. Ni siquiera la del país en general.

De hecho, el Censo de 2010 apunta que IOWA es 88.7% blancos no hispanos y sólo 5% hispano, 1.7% asiátivo y 2.9% afroamericano. New Hampshire es más homogeneo aún, si cabe: 92.3% blancos no hispanos, 2.2% asiáticos y 1.1% afroamericanos.

En contraste, estados como California, el más diverso de la nación e importante por el peso de sus delegados, no sostendrá su primaria hasta el mes de junio, perdiendo buena parte de su influencia.

“En este caso vemos como el sistema tradicional no ofrece una voz fuerte, al menos inicialmente, al voto latino y asiático”, dijo Bowler. “La voz que se escuchará más fuerte es la de la población blanca”.

Por el momento, el calendario establecido designa las Asambleas (caucus) de Iowa para el 3 de enero, las elecciones de New Hampshire para el 7 y las asambleas de Nevada para 4 de Febrero, aunque inicialmente se habían programado para el 14 de enero.

Entre enero y junio se reparten las fechas electorales, aunque muy a menudo ocurre que un candidato llega al número requerido de delegados antes de que se llegue al final.

Para la analista política y profesora de USC Sherry Bebitch Jeffe, aunque Iowa y New Hampshire están faltos de diversidad, tienen una ventaja: son estados pequeños que permiten probar la capacidad organizativa de las campañas y la personalidad de los candidatos, ya que deben hacer proselitismo puerta por puerta, a nivel personal.

“En realidad sirven para estrechar el campo y sacar de juego a quienes no pueden montar una campaña efectiva”, dijo Jeffe.

Lo cual, en este caso, cuando los republicanos tienen al menos 8 precandidatos, es algo útil.

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