La guerra de los estacionamientos

No hay suficiente espacio para la cantidad de automóviles

Mediodía. La mayoría de los residentes de la calle Sunset Drive, en Silver Lake, están fuera de casa, sin embargo es difícil encontrar un espacio disponible para estacionar el auto. Cada tarde, cuando regresan del trabajo y la escuela, se evapora la tranquilidad de la cuadra: empieza la guerra por el estacionamiento más cercano a sus hogares.

De este tamaño es el problema: para los 19 vehículos de los residentes de 15 viviendas solo hay seis espacios. El resto debe competir con otros vecinos. Por muchos años el ayuntamiento permitió que colocaran sus vehículos en las entradas de sus cocheras, pero una demanda interpuesta por impedir el libre tránsito de personas con problemas de movilidad eliminó este permiso.

Ahora solo tienen la calle o atenerse a costosas multas. “Definitivamente hay un severo faltante de espacios de estacionamiento en nuestros vecindarios. Colocar nuestros autos en las entradas de las cocheras aligera ese problema”, afirma Elizabeth McDonald, quien ha encabezado un movimiento para recuperar ese derecho.

Todo comenzó en Westwood, con una alta densidad poblacional por los estudiantes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Ahí, según el veredicto de un tribunal, el municipio violó el Acta de Americanos con Capacidades Distintas (ADA) y se vio obligado a aplicar una ley de tránsito que mantuvo guardada por décadas. Así impactó a los residentes de Silver Lake y otros barrios angelinos.

“Cuando se presentó esta demanda se dio un cambio en la política para cumplir con la norma”, explicó Bruce Gillman, vocero del Departamento local de Transporte (LADOT). “La Procuraduría Municipal nos ha dicho que tenemos que aplicar la ley”, reiteró.

Una moción del concejal Bill Rosendahl, cuya jurisdicción abarca el oeste de Los Ángeles, ha pedido explorar la posibilidad de que los residentes puedan dejar sus vehículos por las noches justo en el acceso a sus cocheras, a nivel de la calle, algo que también entraría en conflicto con la ley de ADA.

Los vecinos de Silver Lake han pedido a las autoridades que modifiquen el Código Municipal para darles la autoridad de colocar sus coches sobre las jardineras que se encuentran entre una banqueta y la calle, pero la oficina del concejal Eric Garcetti, representante del área, indicó que esta zona pertenece a las compañías de servicios públicos.

En entrevista con La Opinión, Garcetti, candidato a la alcaldía, manifestó que una opción sería cambiar el diseño de los espacios en la vía pública. “Al colocar los coches en ángulo se incrementa el estacionamiento un 30%; lo podemos hacer en calles donde la gente tiene este problema”, señaló.

Al menos en la Sunset Drive, donde los vecinos han colocado carteles con la frase “Pedimos el regreso de nuestro estacionamiento”, no se podría implementar la idea de Garcetti: la vialidad es muy estrecha.

Con edificios multifamiliares que datan de la primera mitad del Siglo XX y un hacinamiento exacerbado por la crisis económica, muchos residentes de Los Ángeles deben dejar sus vehículos a varias cuadras de sus viviendas y no tienen ventaja que ofrece una cochera propia. En barrios de mayoría latina este es un panorama habitual.

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