Latinos, ejemplos de perseverancia en LA

Ciudad rinde tributo a tres con motivo de mes de Herencia Hispana

Tres historias de éxito se unieron ayer en Los Ángeles para reiterar que el país se beneficiaría si aprovecha las aportaciones de los latinos a través de una reforma migratoria, otorgar licencias de conducir a los indocumentados y aprobar el DREAM Act, una propuesta de ley que impulsaría la educación de los jóvenes sin papeles.

Estos son los ejemplos de perseverancia que este viernes coincidieron en el ayuntamiento: Fernando Valenzuela, un mexicano que en la década de 1980 llenó de gloria al beisbol local; César Millán, un sinaloense que cruzó ilegalmente la frontera y vivió como desamparado para después convertirse en el entrenador de perros más famoso del mundo; y Sal Castro, un profesor que desde hace 50 años ha luchado por mejorar las condiciones de los estudiantes.

En el marco de los festejos del Mes de la Herencia Hispana, los tres fueron galardonados por el gobierno municipal con los premios Esperanza, Sueño y Espíritu de Los Ángeles, al considerar que sus logros “reflejan los valores de la comunidad latina de orgullo, sacrificio y esperanza en el futuro”. Al periódico La Opinión se le entregó un reconocimiento especial por su 85 aniversario.

“Los mexicanos representan millones de personas que han dado mucho a este gran país”, dijo el alcalde Antonio Villaraigosa, acompañado de Valenzuela, Millán y Castro, en la apertura de los eventos culturales y actividades académicas en honor a la comunidad latina en esta ciudad.

“En ese sentido, esperamos que el gobernador [Jerry Brown] firme el DREAM Act de California, que el Congreso apruebe muy pronto una reforma migratoria para que la gente que está inspirada por líderes como ellos también puedan gozar del Sueño Americano”, expresó el funcionario.

Entre bailes afro-peruanos y música de mariachi, el diario La Opinión fue distinguido en el jardín del ayuntamiento por seguir de cerca los problemas de los latinos en este país. “El 16 de septiembre de 1926, La Opinión nació. Un sueño de mi abuelo, Ignacio Lozano, quien llegó aquí como un migrante mexicano con la idea de retribuir a esta comunidad. Y no sólo hemos estado aquí para cubrir la comunidad, sino para reafirmar nuestro compromiso de ser parte de esta comunidad”, manifestó Mónica Lozano, directora del rotativo.

La vida de cada uno de los premiados, según el Concejo Municipal, ha ayudado a cambiar la percepción que otros grupos étnicos tienen sobre los hispanos. Por eso, ayer se atrasó el reloj por 30 años, hasta 1981, cuando un joven lanzador apodado “El Toro” fue pieza clave para que los Dodgers ganaran la Serie Mundial tras 16 años de sequía. Era la cúspide de la “Fernandomanía”, que contrasta con los problemas que actualmente enfrenta ese equipo.

“Siempre traté de poner parte de lo que sé, que es jugar beisbol”, señaló Valenzuela, después de recibir el galardón “Esperanza de Los Ángeles”, por la confianza devuelta a los fanáticos de ese deporte. “La ciudad de Los Ángeles siempre me ha recibido con los brazos abiertos”, dijo el lanzador retirado originario de Navojoa, del estado mexicano de Sonora.

Pocos se imaginarían que el exitoso entrenador de perros que conduce el programa Dog Whisperer del canal National Geographic, visto en 120 países, cruzó la frontera ilegalmente a los 21 años sin saber una palabra de inglés, menos que durmió en las calles del Sur de California. Llegó, eso sí, con el sueño de ser el mejor entrenador del mundo, una promesa que le hizo a su madre de niño.

“Darme esto es premiar a mis padres, a mi abuelo que me enseñó a nunca trabajar en contra de la naturaleza. Mi madre me enseñó a creer en mí”, expresó Millán, nacido en Culiacán, Sinaloa. Él recibió el trofeo “Sueño de Los Ángeles”.

Con su frase “rehabilitando perros y entrenando amos”, Millán se ha convertido en el referente obligatorio de los amantes de las mascotas. ” Yo estoy muy agradecido con la ciudad de Los Ángeles, me ha dejado tener el título de ‘El Perrero’ y ahora la gente me conoce como el Dog Whisperer [encantador de perros] en 120 países. Gracias a todos los perros de Estados Unidos por controlar sus casas pa’que yo tenga un trabajito”, dijo con una sonrisa en el rostro.

Alejada de los reflectores, la historia de Sal Castro no es menos digna de imitar. Su nombre es distinguido por su papel en el movimiento de protesta en el Este de Los Ángeles de 1968, conocido como “Walkouts”, el cual dio a conocer las condiciones desiguales dentro de las escuelas de esta ciudad. Desde entonces ha defendido a los estudiantes, motivándolos a perseguir sus ideales.

“Nuestra gente mexicana ha contribuído tanto para el desarrollo de este país”, insistió el profesor, quien obtuvo el premio “Espíritu de Los Ángeles”.

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