México ante el reto de Juegos Panamericanos

La seguridad será prioritaria en un país donde la violencia aumenta

MÉXICO, D.F.- Once mil soldados y policías de inteligencia, investigación, fuerzas de seguridad, ciencias y antidrogas vigilarán la paz de los Juegos Panamericanos 2011, donde participarán más de 2,000 atletas como columna vertebral de La Fiesta Americana”, a la que acudirán alrededor de 750,000 espectadores.

Son 16 días clave -del 14 al 30 de octubre- para llevar a México a la gloria o el infierno en su imagen internacional frente a la incertidumbre que representa el crimen organizado en Guadalajara, Jalisco, sede del encuentro de los mejores deportistas de 42 países del continente.

“Hay muchos otros eventos que se han llevado a cabo en nuestro país con saldo blanco, pero los hechos ocurridos -aunque ajenos al deporte- nos hacen reflexionar a todos sobre el fortalecimiento de las medidas preventivas”, dijo Bernardo de la Garza, presidente de la anfitriona Comisión Nacional del Deporte (Conade).

En medio de ataques y enfrentamientos con granadas, atentados contra bares, escaramuzas en barrios de clase alta está “La Perla Tapatía”, una ciudad de 4.5 millones de habitantes, la tercera del país.

Cuna del mariachi, el tequila y la charrería como orgullo de antaño y enclave tecnológico como notoriedad actual: la llaman “el valle del silicio mexicano” por su industria electrónica y capital nacional de la informática y desarrollo de software.

En la última década Guadalajara ha sido un pacífico espectador de la Primera Cumbre Iberoamericana en 1991, la Cumbre América Latina y El Caribe-Unión Europea, en 2004; Cumbre de Líderes de América del Norte, en 2009, y la Reunión de Plenipotenciarios de la Unión Internacional de Telecomunicaciones 2010. Además cada año es sede de la Feria Internacional del Libro.

Con todo y este limpio antecedente, la inquietud sobre posibles agresiones por parte del crimen organizado es una constante ante los hechos de violencia registrados en el día a día de la región.

Ya sea porque un enfrentamiento en la capital entre policías y bandidos por el rescate de secuestrados -el 2 de septiembre pasado- dejó tres heridos, o porque en la zona conurbada dos hombres que huían de los municipales de Zapopan lanzaron una granada y mataron a un vendedor de periódicos.

Por reportes de muertos en un bar, decapitados en el campo o bloqueos con autos incendiados que obligaron al consulado estadounidense lanzar una alerta a sus ciudadanos sobre el riesgo de viajar de noche, en febrero de este año.

La Procuraduría General de Justicia de Jalisco reportó 1,100 crímenes violentos en la entidad durante 2010, a un ritmo de 70 ejecuciones mensuales; tres años antes, los asesinatos de alto impacto eran siete meses menos: 10 cada 30 días. La fiscalía local atribuyó esta situación a un reacomodo de fuerzas tras la muerte de Ignacio “Nacho” Coronel, abatido por el ejército en julio de 2010; la prensa local señala disputas entre Los Zetas y gente del cartel de Sinaloa que controla la plaza desde hace 40 años, cuando los líderes históricos huyeron del noreste tras la Operación Cóndor.

Frente a este panorama, la Arquidiócesis de Guadalajara solicitó a través de su publicación oficial El Semanario “una tregua” por la fiesta deportiva a un interlocutor impreciso.

“Pensar en los Juegos Panamericanos 2011 nos permite anhelar de nuevo una tregua de paz, aunque también pediremos que se prolongue permanentemente en nuestra sociedad. Ya merecemos un tiempo de paz, ¿o no?”, escribió.

Observadores analíticos de la violencia en México coinciden en que existen pocas posibilidades de que los intereses de los grupos criminales apunten a desestabilizar un evento civil de corte internacional.

“La preocupación es lógica, considerando que Guadalajara es históricamente sede de carteles y recientes hechos violentos. Aun así, creemos que los carteles no quieren desestabilizar los Juegos”, opinó en un informe la compañía Stratfor, especializada en inteligencia global.

“No hay una señal de alarma que diga que va a haber un incidente de inseguridad en los Panamericanos como un anuncio por parte de algún cartel”, detalló Raúl Benítez, director del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia. “Sin embargo no se puede descartar al 100%”.

El analista destaca que de haber un saldo positivo en Guadalajara (ante lo mejor de 28 disciplinas deportivas), habría argumentos de oro para promover el turismo en todo el mundo. “El gobierno va a poder demostrar que puede controlar el país”.

El presidente Felipe Calderón ha enviado pistas del celo con el que protegerá “La Fiesta Americana” que encabezará por segunda ocasión desde 1955 cuando sucedió a Buenos Aires como primera sede en la historia del evento que se celebra cada cuatro años.

Solo para la vigilancia del recorrido nacional del Fuego Panamericano, que inició el 26 de agosto en Teotihuacán y terminará en la inauguración, la Fuerza Aérea Mexicana proporcionó un Boeing-727, que bautizó como “Avión de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011”.

En la capital jalisciense, el operativo de seguridad en tierra contará con 600 vehículos blindados; seis helicópteros (tres Black Hawk, dos M-I y un Ecureuil) y un avión no tripulado para interceptar comunicaciones, así como 650 cámaras de video para monitoreo.

Mientras tanto, al exterior la canciller Patricia Espinosa se puso la camiseta del evento deportivo como un mensaje publicitario en la más reciente reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en El Salvador.

México ya se ve triunfante después de Guadalajara. En Brasil, la secretaria de Turismo, Gloria Guevara, dijo que la meta de este año es llegar al medio millón de turistas, casi 80% más que en 2009. “Tenemos confianza”, afirmó.

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