Reforma de pensión pública

El actual sistema de pensiones públicas de California es insostenible desde el punto de vista económico y político. La propuesta del gobernador Brown es un camino concreto para sanear el sistema.

La crisis financiera golpeó a los fondos de retiro de los empleados públicos californianos como CalPERS, CalSTRS de los maestros y UCRS de la Universidad de California costándole a su portafolio 109 mil millones de dólares, según el Instituto de Investigación de Política Económica de la Universidad de Stanford. Al mismo tiempo, los numerosos reportes de algunos empleados que combinan retiros o reciben cifras de seis dígitos causan la indignación de un público que labora en el sector privado y que ha visto reducirse sus 401(k).

Es cierto que la promesa de una buena jubilación, como parte de un paquete de compensación, equilibra lo que se cree que será una vida laboral de salario bajo y medio en el sector público. Pero no siempre es así y los tiempos cambian.

La propuesta de Brown equipara la edad de jubilación con el sector privado elevándola de 55 años a 67 años para los trabajadores que no cumplen función de seguridad pública, crea un sistema “híbrido” para los nuevos trabajadores e impide la manipulación de salario para elevar el monto del retiro.

El sector laboral ya ha hecho concesiones como el aumento de 5% a 11% en las contribuciones individuales a los fondo de pensión, pero todavía se necesita más.

La propuesta de Brown es seria y sirve de base para la reforma del sistema de pensiones públicas. Creemos que hay que aprovechar la ocasión de un debate abierto para llevar a los votantes una propuesta acorde a la situación económica del momento.

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