Una comunidad bajo acoso

Discriminación complica la vida para los inmigrantes

NASHVILLE, Tennessee – El 4 de agosto de 2011, el arquitecto de origen argentino Fabián Bedne fue electo concejal metropolitano de Nashville, en una ciudad y un estado donde la situación para los inmigrantes ha sido muy difícil en años recientes.

El triunfo de Bedne, que se celebró con ritmos latinos en el club nocturno Ibiza, fue una muestra del tesón de los hispanos, quienes aunque deben encarar numerosas adversidades trabajan y luchan por progresar en Tennessee.

Las cifras del Censo de 2010 indicaron que los latinos saltaron a 290,059, después de haber sido 123,838 en 2000, 32,741 en 1990 y 34,077 en 1980. “Los hispanos fueron recibidos con los brazos abiertos en Tennessee y particularmente en Nashville, pero las cosas cambiaron”, dice Ramón Cisneros, propietario del periódico ‘La Campana’.

“Entre 1998 y 2004 los latinos fueron novedad”, afirma Cisneros, integrante de la influyente comunidad venezolana de Tennessee.

Cisneros cuenta que en ese tiempo era invitado a formar parte de juntas directivas metropolitanas como la de la Ópera, la Sinfónica, la Cámara de Comercio, la Cruz Roja, los Boy Scouts y hubo quienes hicieron negocios basados en su condición minoritaria. “Ahora no es igual”, indica Cisneros.

En abril de 2007, Daron Hall, alguacil del Condado de Davidson, que abarca territorio de Nashville, acordó con las autoridades de Inmigración (ICE) la aplicación del programa 287(g), que habilita a policías a participar en labores de inmigración. En sus dos primeros años 5,300 indocumentados fueron expulsados de Tennessee.

En septiembre de 2011, la Coalición de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee presentó el reporte ‘La Constitución olvidada’, que denunció casos de perfil racial contra los latinos en el Condado de Bedford, al sur de Nashville.

Y cinco días después de una audiencia realizada en Shelbyville por la organización Latinos Unidos, a la que asistieron representantes del Departamento de Justicia y del Departamento de Seguridad Nacional, agentes armados de Inmigración recorrieron la zona comercial del pueblo y los vecindarios latinos, efectuando arrestos.

“Así como hay mucha gente buena en este estado hay algunos que no dejan de ser racistas. Es como hacernos recordar que aquí nació el Ku Klux Klan”, dice Mario Camilo García, quien trabaja para la Coalición de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee (TIRRC).

En tanto, en el sur de Nashville sobresalen los letreros de negocios hispanos. Allí se ubica la taquería La Hacienda, parte de una empresa que produce tortillas de maíz y trigo que se distribuyen en cuatro estados vecinos.

El gerente del restaurante, Salvador Flores, originario del estado mexicano de Jalisco, tiene 17 años de vivir en Nashville y apunta que no se irá de Tennessee.

“Tenemos que tener la mente positiva y que el futuro será mejor”, dice Flores, cuya clientela es 80% “americana”.

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