Regresa el hechizo

Una criatura verde, que no es Shrek, invade nuevamente el teatro angelino.

El popular musical Wicked regresa a Los Ángeles por tercera ocasión, tras convertirse en uno de las obras de Broadway con mayor permanencia en esta ciudad.

Para el actor Kevin McMahon, quien da vida al padre de la protagonista Alphaba, esta será la primera vez que se presenta en gira en el condado en el que ha residido por 25 años.

A pesar de que la obra sigue intacta, McMahon aseguró ser parte de un proyecto que se presta para ser vista en más de una ocasión, como ha ocurrido en varias urbes del país.

“Tenemos un gran elenco: no hay nada nuevo en el show. No hubo ningún cambio, pero es algo fresco y creo que la audiencia angelina lo disfrutará. La novela de Gregory Maguire [homónima y en la que está basada esta puesta en escena] es muy inteligente y a la gente le gusta eso. No es de relleno, es un musical inteligente. Y creo que la gente regresa porque siempre descubren nuevas cosas”, dijo el actor sobre la temporada que inicia hoy en esta metrópolis.

La obra, que en español significa malvada, relata la historia de Alphaba, llamada la Malvada Bruja del Oeste que es tan mencionada en el cuento de El mago de Oz, antes de la llegada de Dorothy a esta última historia.

McMahon personifica al gobernador de Munchkinland que se convierte en un padre intolerante por una traición.

“Su esposa le fue infiel y tiene una hija que no se parece en nada a él; ella es verde y él está mortificado y se avergüenza de su hija por su apariencia y por sus acciones, porque ella dice lo que piensa y el es básicamente un clásico político”, explicó sobre su difícil relación con Alphaba.

Su papel no es uno de los más gustados por ser considerado como un villano por la manera en la que trata a Alphaba.

“No soy malo, pero sí puedo ser muy impaciente y soy impaciente con ella”, dijo sobre la similitud que tiene en la vida real con su personaje.

Entre risas agregó que personas del público le protestan por ser “el malo en el escenario” con su supuesta hija.

No obstante, la historia y mensaje de aceptación de Wicked la ha convertido en uno de los musicales más populares de los últimos años.

“Las personas se identifican con la protagonista porque todos, en algún momento, nos sentimos marginados, como que no pertenecemos a ningún grupo. Pero Alphaba logra vencer eso. [Además,] a todo mundo le gusta El mago de Oz: la gente tiene una afinidad con la historia”, afirmó.

Además de ser el padre del papel principal, McMahon da vida al Dr. Dillamond y al Mago de Oz, cuando es necesario.

“Tengo varios papeles en el show: solo tengo que cambiar de disfraz y de pelucas”, dijo quien en total tiene 16 cambios de vestuario en la obra que dura dos horas y 45 minutos, incluyendo el intermedio.

Este ritmo de trabajo, aseguró, no lo estresa porque está acostumbrada por su experiencia de tres años con Wicked y previamente con obras como la ganadora de los premios Tony City of Angels y The Fantasticks.

Su enfoque es entretener al público que acudirá a las presentaciones locales en esta época festiva.

“Siempre tratamos de renovarnos cada noche: ese es nuestro trabajo como actores… Mi responsabilidad es dar el 100 por ciento porque para muchas personas es la primera vez que miran la obra y no los vamos a defraudar”, aseguró precisando que la obra, estrenada en NY en 2003, atrae a un audiencia diversa tanto étnica como de edad.

Wicked ha ganado 35 premios, incluyendo un Grammy y tres Tony; y cuenta con reconocidos expertos del teatro como la música de Stephen Schwartz, ganador de un Oscar por Pocahontas, y la dirección del ganador de dos Tony Joe Mantello, así como otra ganadora de este reconocido premio, Susan Hilferty, quien está a cargo de diseñar el vestuario de esta producción, entre otros.