Nuevos datos del Censo revelan mayor pobreza

En las familias con hijos en edad escolar es donde se nota más el aumento

La crisis económica había sumado en California hasta el año pasado 1.3 millones más de personas a la lista de quienes viven en condiciones de pobreza comparado con los cálculos en la etapa anterior a la recesión.

Los datos más recientes revelados ayer por la Oficina del Censo señalan que en el Estado Dorado había en 2010 unos 5.7 millones de personas bajo el umbral de pobreza, lo que representan el 15.8% de la población, es decir, 3.4 puntos porcentuales por encima de los registrados en 2007.

Suponen el 12.3% de todas las personas que viven en condiciones de pobreza en el país, donde se contabilizaron 46.2 millones el año pasado, 8.2 millones de personas más que tres años antes.

En las familias con hijos en edad escolar es donde se ha notado aún más el aumento.

Una de cada cinco personas que está en edad escolar en California es considerada pobre, mientras que en el condado de Los Ángeles esa estadística sube al 23.7%, siendo la misma si se tiene en cuenta solo el porcentaje de niños menores a cinco años en el estado.

“Esta recesión a quien más atacó fue a la clase media, que son los que han sufrido más los problemas de la crisis de vivienda”, comentó Belinda Reyes, profesora de inmigración, educación y economía en la Universidad de San Francisco State. “Antes de la crisis hubo latinos que compraron propiedades en las que pusieron bastante dinero y ahora lo están perdiendo”.

“Estamos hablando no solo de personas que no tienen trabajo o ganan lo mínimo, sino que pusieron todas sus ganancias para comprar una casa y ahora lo perdieron todo”, agregó. “Es una recesión que lo que ha creado es más pobreza”. Tan solo durante el mes pasado en la organización Meet Each Need with Dignity (MEND) de Los Ángeles, que se dedica a proporcionar recursos y servicios a familias de bajos recursos, han visto aumentar en un 31% el número de personas que acudieron a pedir ayuda por primera vez.

“Estamos viendo un poco de todo. Hay familias enteras en las que ningún miembro tiene trabajo y otras en las que, aunque hay alguien empleado, el salario no les alcanza para adquirir todas las cosas básicas, sean libros, ropas o comida”, indicó María Salmerón, directora asociada de programas en MEND. “La necesidad está ahí, la vemos todos los días”.

“Dependiendo de lo que tengamos cada semana, aquí se pueden llevar desde pan hasta huevos o carne, porque en esta situación aun cuando tienes un trabajo es difícil pagar todas las necesidades”.

En el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), la Oficina del Censo contabilizó más de 211 mil niños entre 5 y 17 años que viven en condiciones de pobreza, el 27.3% del total. En 2007 ese porcentaje se situaba en el 23.1%.

De acuerdo con datos de LAUSD, el 80% de todos sus estudiantes califican para recibir desayunos y almuerzos gratuitos o a bajo precio, una cifra que se ha mantenido constante en los últimos 24 meses pero donde han visto un incremento cercano al 5% en los últimos cuatro años respecto a aquellos que eran elegibles.

Los expertos no descartan que las condiciones socioeconómicas que enfrentan muchos jóvenes terminen afectando sus estudios y por ende su futuro.

“Los jóvenes de esta generación van a representar por primera vez el grupo donde han conseguido menos educación que las personas mayores”, dijo Reyes. “Es una generación que va a tener muchas dificultades para progresar”.

“Lo que va a suceder es que tendrán que estar manteniendo un sistema de pensiones para un mayor número de personas jubiladas sin que estén más capacitados profesionalmente que las generaciones anteriores”.

De las estadísticas se extrae también que aunque en algunos distritos escolares, como LAUSD, ha descendido el número de estudiantes, se reporte un mayor nivel de pobreza entre aquellos que continúan estudiando.

“Lo que sucede es que el que es pobre, pobre, no se mueve mucho porque no tiene los recursos para irse a otros estados como aquellos que pudieran contar con algunos recursos para intentar mejor suerte”, agregó Reyes. “El más pobre es el que se queda más estancando”.

“Lo que hemos visto también es que durante la crisis más gente quiere ponerse a estudiar como una alternativa cuando no encuentran trabajo, pero eso también se está viendo como una falta de esperanza para muchas familias que tienen la necesidad de que algún miembro trabaje”, añadió la experta. “Sobre todo ven que la educación les cuesta mucho y no terminan sabiendo si eso les servirá de ayuda, pero la educación es la única alternativa para salir del problema, aun cuando también estamos viendo que se vuelve más cara”.

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