Gingrich busca resurrección

Pocas perspectivas de victoria como prólogo al Súper Martes de marzo

Gingrich se encuentra en franca desventaja con respecto a Mitt Romney, en materia de fondos y de preferencia electoral.

Gingrich se encuentra en franca desventaja con respecto a Mitt Romney, en materia de fondos y de preferencia electoral. Crédito: AP

WASHINGTON D.C.- En cierto aspecto, Newt Gingrich encabeza de lejos la campaña republicana: el de las resurrecciones. Ya tiene dos y necesita con urgencia una más si quiere cumplir su promesa de seguir en la carrera hasta la convención partidaria de agosto.

Tras la humillante derrota ante Mitt Romney en la Florida, el ex presidente de la Cámara de Representantes contempla un paisaje desolado y casi sin perspectivas de victoria en febrero, como prólogo al Súper Martes del 6 de marzo, cuando una veintena de estados realizan sus primarias.

Está en fuerte desventaja en materia de fondos y además ha surgido una brecha de género: en la Florida tuvo 20 puntos porcentuales menos que Romney entre las mujeres.

Mientras Romney se muestra cada vez más hábil y confiado en los debates, Gingrich tiene dificultades para recuperar la disciplina que le dio una amplia victoria en Carolina del Sur el 21 de enero. Gingrich no lo reconoció en su discurso a una concurrencia más bien pequeña en Orlando tras la derrota.

“Creo que en Florida sucedió algo muy importante después de Carolina del Sur. Ha quedado claro que ésta será una contienda entre dos, el líder conservador Newt Gingrich y el moderado de Massachusetts”, sentenció.

La realidad es que los republicanos de la Florida le dieron a Romney el 46% de los votos, la cifra más abultada que haya recibido uno de los contendientes en los primeros cuatro estados. Más grave desde el punto de vista de Gingrich, fue casi la mayoría, el umbral que refutaría su caballito de batalla de que el gobernador de Massachusetts pierde más votos de los que gana.

A pesar de los obstáculos, Gingrich ha dado ampliar muestras de la destreza política que una vez lo llevó a la presidencia de la cámara bajo, una hazaña que ningún republicano había logrado en los 40 años anteriores.

Su campaña aparentemente naufragó en junio del año pasado, cuando renunció casi todo su equipo y nuevamente en diciembre, las asambleas de Iowa, cuando terminó en un lejano cuarto puesto detrás de Rick Santorum, Romney y Ron Paul.

Increíblemente, se recuperó en Carolina del Sur, gracias en parte a una actuación brillante en debates en los que Romney lució confundido e impreciso.

“Si gano aquí, ganaré la candidatura”, dijo Gingrich en un acto en Carolina del Sur.

Puede ser, pero no sucedió en la Florida.

Romney volvió al ataque, superándolo por casi cinco a uno en cuanto a dinero gastado en avisos por televisión.

El ex gobernador de Massachusetts mejoró en los debates y para fines de la semana pasada Gingrich tenía problemas para evitar las trampas de su adversario.

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