Será un tango duro de bailar

ZURICH, Suiza (EFE).- Suiza y Argentina se enfrentan hoy en el Estadio Wankdorf, escenario de la final del Mundial de 1954, donde las jóvenes promesas del Basilea, la gran sorpresa de la Liga de Campeones, pondrán a prueba a la selección albiceleste liderada por el barcelonista Lionel Messi.

El entrenador de Suiza, el alemán Ottmar Hitzfeld, ha convocado a cinco jugadores del Basilea, equipo que dejó en la cuneta al Manchester United en la primera fase de la ‘Champions’ y que se impuso en casa al Bayern Múnich (1-0) en la ida de los octavos de final.

Uno de esos jugadores es Xherdan Shaqiri, el delantero de 20 años nacido en Kosovo que es la perla guardada el fútbol suizo, que trata de recuperarse tras la decepción que supuso no clasificarse para la ronda final de la Eurocopa que se disputará en Ucrania y Polonia.

Apodado como “el Messi suizo”, Shaqiri es zurdo, rápido y técnico, y ya demostró su buena química con la selección nacional cuando hizo un “hat-trick” en septiembre frente a Bulgaria (3-1).

Destaca también el portero titular del Basilea, Yann Sommer (23 años), que podría debutar como internacional una semana después de su espectacular actuación frente al Bayern de Múnich.

Hitzfeld ha expresado el privilegio que supone jugar contra un doble campeón mundial como Argentina y compartir terreno de juego con Messi, que desató la locura entre los aficionados al futbol en Berna, en su mayor parte latinos.

“Messi es grande, todo el mundo lo sabe. Es sensacional poder competir contra él y va a ser un gran desafío deportivo mantenerle alejado del balón”, dijo el entrenador alemán., .

Hitzfeld no ahorró elogios para el número 10 del Barcelona y de Argentina y lo situó al mismo nivel de Pelé, Cruyff y Maradona.

Argentina es favorita, pero Sabella recordó que Suiza fue la única selección que batió a la campeona España en el Mundial de Sudáfrica.

Sabella dijo que contra Suiza espera un partido muy complicado.