Hispanos a la merced de las tarjetas de llamadas

Si usted usa alguna de esas tarjetas telefónicas para comunicarse con familiares en su país de origen, y luego de un rato la llamada se le corta, es probable que no se deba a que se le fueron los minutos volando, sino a que no recibió el tiempo prometido por el que pagó.

El bodeguero David Cruz explica que las tarjetas telefónicas más vendidas en su tienda, son las que tienen imágenes de artistas famosos, y las que tienen los colores de las banderas de países como México, Ecuador y Republica Dominicana.

El bodeguero David Cruz explica que las tarjetas telefónicas más vendidas en su tienda, son las que tienen imágenes de artistas famosos, y las que tienen los colores de las banderas de países como México, Ecuador y Republica Dominicana. Crédito: Zaira Cortés / EDLP

Nueva York – Si usted usa alguna de esas tarjetas telefónicas para comunicarse con familiares en su país de origen, y luego de un rato la llamada se le corta, es probable que no se deba a que se le fueron los minutos volando, sino a que no recibió el tiempo prometido por el que pagó.

Miguel Ibáñez, de 26 años, compró una tarjeta telefónica “My friend” de $2 en una tienda de electrónicos cercana a su departamento, en Jackson Heights. Luego de introducir el número secreto, conocido como PIN y marcar el número telefónico de su esposa en México, una grabación le indicó que tenía dos horas y trece minutos para la llamada.

“Usé 40 minutos y se cortó la comunicación. Intenté llamar nuevamente y escuché un mensaje diciendo que el crédito estaba agotado”, dijo Ibáñez.

Para Miguel sólo fueron un par de dólares mal invertidos, pero las últimas cifras de la National Consumers League, calculan que los latinos podrían perder hasta un millón diarios en tarjetas telefónicas fraudulentas.

De acuerdo con la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC, en septiembre del año pasado se propuso una multa de $20 millones a cuatro empresas de telecomunicaciones en el país, por usar “tácticas de fraude estafando a consumidores con millones de dólares, la mayoría de bajos recursos y minorías”.

Entre las empresas sancionadas está Locus Telecommunications, que tiene una extensa variedad de marcas en el mercado neoyorquino, entre ellas “Black”, “My Friend”, “Happy” y “NY-W”.

La FCC apuntó que las empresas sancionadas recurrieron a publicidad engañosa. Un recurso común es garantizar miles de minutos de conversación, pero las letras pequeñas advierten que son efectivos durante una sola llamada, que tomaría entre 13 y 18 horas. En promedio las tarjetas sólo dan entre 60% y 40% del tiempo que prometen.

La Comisión Federal de Comercio, FTC, indicó que algunas empresas de telecomunicaciones manejan diversas marcas, lo que les garantiza un mayor número de consumidores.

El robo de minutos no sólo es un dolor de cabeza para compradores, sino también para bodegueros.

David Cruz, comerciante de Elmhurst, comentó que las tarjetas “Mi vida Ecuador” y “Jarrito” son algunas de las menos elegidas por clientes, debido a problemas de conexión.

Algunos consumidores en el sureste de El Bronx, dijeron no usar las tarjetas “The Diamond” y “Remolacha”, pues “se comen los minutos”.

En el reverso de una tarjeta “The Diamond” de $2, se lee en letras pequeñas que se aplicará un cargo de 69 centavos luego del primer día de uso, además de que los precios y las tarifas están sujetos a modificación sin previo aviso.

“Remolacha” ofrece llamadas desde la República Dominicana a Estados Unidos. Según usuarios, al utilizar el PIN de una tarjeta de $2 desde Santo Domingo para una llamada a la Ciudad de Nueva York, una grabación anuncia 18 minutos para la conversación, pero la conexión tarda menos de 13.

En el reverso de la tarjeta se indica que las llamadas fuera de Estados Unidos se cobrarán a una tarifa más alta, y que las cuotas están sujetas a cambios sin previo aviso.

La FTC indicó que uno de los abusos más comunes es el cobro excesivo al usar las tarjetas en teléfonos públicos. En los avisos en las letras pequeñas de al menos 10 tarjetas distintas de $2, y los cargos iban de los 99 centavos a un dólar.

La FTC pidió a los consumidores poner atención a los cobros por “mantenimiento” o “desconexión”. En este contexto, el reverso de la tarjeta “Happy” de $2 indica un cargo de mantenimiento de $0.10 a $0.79 luego del primer uso, y un cargo de desconexión de $0.19 a $1.49 que se cobrará dependiendo del destino marcado.

El Fiscal General del Estado, Eric T. Schneiderman, anunció recientemente que su oficina recibió 1,017 quejas el año pasado relacionadas con tarjetas de llamadas, servicios de celulares y pagos por llamadas.

En el pasado, la Fiscalía General impuso una multa de $900,000 a las empresas STi Prepaid, LLC, Epana Networks, Dollar Phone y Dollar Phone Enterprise por recurrir a publicidad engañosa. De esta sanción, $100 mil fueron otorgados a la organización Consumers Union, para desarrollar una campaña educativa que busca prevenir fraudes con tarjetas telefónicas.

Otra posible estafa que preocupa a los consumidores es la clonación de estas tarjetas.

Este fue el caso de Martha (no quiso utilizar su apellido), que compró una tarjeta telefónica “Black” de $2 para llamar a Perú en una bodega en Sunnyside, Queens.

Luego de marcar el número secreto o PIN, no logró una conexión para hablar con su madre en Perú. La gran sorpresa ocurrió cuando intentó reclamar a la compañía que expidió la tarjeta.

“Llamé al servicio al cliente y di el número de serie. Me dijeron que estaba clonada y que no podían hacer nada para ayudarme”, dijo la mujer, quien no logró recuperar su dinero.

No obstante, la Fiscalía General de Nueva York no reveló si existe una investigación acerca de tarjetas telefónicas clonadas.

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