Sismo en Chile de 6.8

Hay heridos por seísmo, pero no graves, según vicepresidente

SANTIAGO, Chile (EFE).— El vicepresidente de Chile y ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, informó ayer de que “hay algunas personas heridas” por el temblor que en la tarde de este domingo sacudió la zona centro y sur del país, pero puntualizó que las lesiones “no son de gravedad”.

El vicepresidente convocó a varios ministros al Comité de Operaciones de Emergencia en la sede de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) para evaluar la situación, aunque hizo un llamamiento a la calma a la población.

“Se trató de un evento de envergadura, que nos hizo pasar un susto importante”, dijo el ministro, quien recalcó que “se aplicó bien el protocolo” de evacuación preventiva del borde costero que las autoridades mantuvieron activo en los primeros minutos tras el sismo.

Hinzpeter informó de que la red de hospitales está funcionando sin contratiempos y de que las interrupciones del suministro eléctrico que se produjeron inicialmente en algunos puntos ya han quedado restablecidas.

El vicepresidente no especificó cuántas son las personas que han resultado heridas y sólo indicó que las lesiones se debieron a desprendimientos de pedazos de muralla.

Según el sitio web de radio Cooperativa, el derrumbe de una parte del techo del Templo Votivo de Maipú, en la capital chilena, dejó como saldo tres heridos, aunque la Intendenta (gobernadora) de la Región Metropolitana de Santiago, Cecilia Pérez, declaró a esta emisora que los heridos son dos.

En ausencia del presidente de la República, Sebastián Piñera, quien se encuentra de gira por Asia, el ministro Hinzpeter asumió las labores de coordinación ante la emergencia causada por el seísmo, que tuvo una magnitud de 6.8 grados Richter, según el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.

Poco después del temblor, registrado a las 7:38 de la ncohe, hora local (10:38 de la noche, hora del meridiano de Grenwich) y con epicentro a 94 kilómetros al noroeste de Constitución, en la región del Maule, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) dio orden de evacuación preventiva de una franja de 500 kilómetros entre las localidades de Concón, en la región de Valparaíso, y Lebu, en la región de Biobío.

Las autoridades aplicaron esta medida porque después del terremoto del 27 de febrero de 2010 se modificaron los protocolos de evacuación, para hacerlos más cautelosos.

Al tratarse de un temblor superior a grado VII en la escala de Mercalli (que va del I al XII) la Onemi ordenó la evacuación preventiva del borde costero.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) había informado de que el seísmo en la zona central de Chile tenía una magnitud de 7.2 grados.

Sin embargo, con los datos posteriores del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, que cifraban el temblor en 6.8 grados Richter, y considerando además que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) descartó la posibilidad de un tsunami, la Oficina Nacional de Emergencia dio marcha atrás.

“Prevenir es lo primero que tenemos que hacer”, argumentó el director de este organismo, Miguel Ortiz, al explicar por qué se activó inicialmente la alerta.

Según las autoridades, durante el tiempo que duró, la evacuación preventiva se realizó “de forma tranquila y ordenada”, salvo por un accidente de tráfico en la región de Biobío en el que resultó lesionada una persona.

Además, los servicios básicos, en general, no dejaron de funcionar, si bien las líneas telefónicas sufrieron saturación debido a la sobrecarga de llamadas de personas para interesarse por la situación de los familiares y amigos.

El movimiento telúrico se dejó sentir fundamentalmente en Constitución, en la región del Maule, una de las más castigadas en el terremoto de hace dos años, donde alcanzó el grado VIII en la escala de Mercalli (que va del I al XII), lo mismo que en Talca, Cauquenes y Pelluhue.

En Santiago, donde la intensidad fue de grado VI, mucha gente salió corriendo hacia lugares abiertos ya que el temblor tuvo una duración de casi un minuto.

En tanto, en Linares alcanzó el grado VII, al igual que en Valparaíso.

A pesar de las autoridades han levantado la orden de evacuación preventiva del borde costero, reportes de Carabineros indican que muchas personas permanecen, por temor, en los lugares altos de las localidad comprendidas en la franja afectada.

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