Lamentan muerte de expresidente mexicano

Miguel de la Madrid falleció a los 77 años a causa de un enfisema pulmonar

Paloma Cordero (izq.), esposa de Miguel de la Madrid, junto a varios familiares en el velatorio del expresidente.

Paloma Cordero (izq.), esposa de Miguel de la Madrid, junto a varios familiares en el velatorio del expresidente. Crédito: EFE

MÉXICO, D.F. (EFE).- Numerosos políticos e instituciones lamentaron ayer el fallecimiento del expresidente mexicano Miguel de la Madrid, quien murió ayer en la mañana a los 77 años como consecuencia de un efisema pulmonar.

Algunos de los mandatarios que han gobernado México en estos últimos años asistieron al velatorio de quien fuera presidente entre 1982 y 1987, instalado en su casa de la colonia de Coyoacán, en el sur de la capital mexicana.

Uno de los primeros en llegar fue Carlos Salinas de Gortari, quien fue su sustituto en la presidencia del país, y aseguró que “con él empezó un ciclo de modernización, que aún con sus interrupciones es el camino que necesita el país”.

El hijo del expresidente fallecido, Enrique de la Madrid Cordero, se dirigió a los medios de comunicación a quienes agradeció el interés, pidió privacidad y confirmó que mañana podría haber un homenaje público en honor de su padre, aunque no precisó detalles.

Según confirmó, De la Madrid falleció a las 7:21 de la mañana después de tres meses de permanecer internado en el Hospital Español de la capital mexicana, donde fue atendido de una grave enfermedad respiratoria que después se complicó con una insuficiencia renal.

Conforme los deseos del expresidente, añadió, el funeral se hará en su domicilio y después el cuerpo será cremado y sus cenizas serán depositadas en una iglesia de Coyoacán.

Desde que el cuerpo fuera trasladado ayer en la tarde a la casa, al velatorio acudieron otros políticos como el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y el gobernador de Guanajuato y excolaborador del fallecido, Rafael Corrales Ayala.

Por otro lado, las redes sociales han sido otro medio para dar el pésame a la familia, en donde uno de los primeros en reaccionar fue el presidente Felipe Calderón, quien expresó sus “profundas condolencias” a la familia del político.

“Lamento profundamente la muerte del expresidente Miguel de La Madrid. Enfrentó duras adversidades durante su mandato. Descanse en paz”, escribió el gobernante, que viajó ayer a Washington para la cumbre de Líderes de América del Norte.

Desde Presidencia se envió posteriormente un comunicado que firmaron Calderón y su esposa, Margarita Zabala, en el que describen al político como “un mexicano con un profundo compromiso con el país, que demostró en el desempeño de diversos cargos en la Administración Pública”, apunta el documento.

El expresidente Vicente Fox envió un comunicado conjunto con su esposa, Marta Sahagún, en el que comunicaron su solidaridad a la familia de De la Madrid “en estos momentos de tristeza”.

“Al externar nuestro pesar, hacemos votos para que su familia encuentre pronto consuelo a tan enorme pérdida”, apuntaron.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lamentó también el fallecimiento del expresidente, noticia que, contaron, recibieron “con profundo pesar”.

“A nombre de la canciller Patricia Espinosa Cantellano, los integrantes del Servicio Exterior Mexicano y el resto de su personal, la SRE extiende sus más sentidas condolencias a los familiares y amigos del expresidente De la Madrid por la irreparable pérdida de este distinguido mexicano”, apuntaron.

En plena campaña electoral, algunos de los candidatos a la presidencia también dieron sus condolencias por la muerte de De la Madrid, como Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional (PAN), quien describió al expresident” como un “impulsor de la cultura”.

Por su parte, Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el que De la Madrid gobernó, dio el pésame a la familia y deseó también que descanse en paz.

De la Madrid asumió el poder con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el 1 de diciembre de 1982 con el 74.4 % de los votos y desde el comienzo dijo que su prioridad era sacar al país de la crisis económica, por lo que anunció un plan de austeridad y un proyecto de lucha contra la corrupción.

Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de México (UNAM) en 1957 y más tarde hizo una maestría en la Universidad de Harvard (EE. UU.); su desarrollo se centró en temas económicos desde sus primeros trabajos en el Banco Nacional de Comercio Exterior y en el Banco de México.

En 1965 comenzó su carrera en la Secretaría de Hacienda, donde fue subdirector de crédito, aunque en 1970 fue nombrado subdirector de finanzas de la petrolera Pemex, para luego regresar a Hacienda como director general de Crédito.

En 1975 fue nombrado subsecretario de Hacienda y Crédito Público y en 1979 ocupó la Secretaría de Programación y Presupuesto, donde permaneció hasta septiembre de 1981, poco antes de ser nominado candidato presidencial del PRI.

Como presidente se vio obligado a modificar las políticas anteriores defendidas por su partido y a buscar medidas más pragmáticas como dejar de lado el “nacionalismo revolucionario”.

Dejó las políticas populistas y proteccionistas de sus antecesores y tuvo que buscar la inserción de México en la economía globalizada.

Su gobierno se desarrolló durante la denominada “década perdida”, debido a que la enorme deuda externa y la salida de capitales del país impidieron la recuperación.

Además, este periodo se caracterizó por el mayor control de las políticas económicas por los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que impusieron sus políticas de ajustes fiscales, venta de empresas, apertura de mercados y que se plasmaron en el llamado “Consenso de Washington”.

Bajo estos criterios, De la Madrid arrancó un proceso de privatización de unas 1,200 empresas administradas por el Estado y promovió la denominada “reconversión industrial” para obligar a las empresas mexicanas a enfrentar la competencia internacional.

En lo interno, De la Madrid impulsó la llamada Política de Renovación Moral para combatir la corrupción y desapareció diversos cuerpos policiales acusados de tortura y violación de las garantías individuales.

Durante su mandato enfrentó el descontento de la población por la crisis, así como las críticas tras el terremoto de 1985, al que reaccionó con lentitud.

Esto hizo que numerosos grupos urbanos de demandantes de vivienda fueran capitalizados por grupos de izquierda.

Además, dentro del PRI surgió la denominada “corriente democrática” encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, que dio origen al actual Partido de la Revolución Democrática (PRD) después de las controvertidas elecciones de 1988.

En su política exterior, De la Madrid fue promotor de los esfuerzos para la pacificación en Centroamérica y uno de los fundadores del Grupo Contadora junto con Venezuela, Panamá y Colombia.

Uno de sus últimos cargos fue el de director del Fondo de Cultura Económica (FCE) y una de sus últimas intervenciones públicas fue en 2009, cuando señaló que el gobierno de su sucesor, Carlos Salinas, fue un sexenio marcado por la inmoralidad.

Aunque dos días después se retractó, en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui acusó al hermano de Salinas de mantener nexos con el narcotráfico.

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