Padre pide respuestas por asesinato de su hijo

El martes pasado fue una noche típica para René Miranda, de 29 años: estaba viendo televisión alrededor de la medianoche, le dio hambre y decidió salir a comprar algo para comer en un lugar cerca de su casa, en Pico Union.

Pero nunca regresó.

La familia de Miranda se enteró de la tragedia de boca de los detectives del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), que lo encontraron tirado en la calle a unas dos cuadras de su casa en la intersección de la avenida S. Normandie y la calle W. 20th.

“Es una pérdida irreparable”, dijo entre lágrimas el padre, Oscar Miranda a La Opinión en su casa ayer por la tarde. “Él no tenia enemigos, nada. No había motivo para que mataran a mi hijo”.

Investigadores de homicidio del LAPD están pidiendo la ayuda del público por cualquier información sobre el crimen, porque el motivo es desconocido y no hay descripción de un sospechoso.

El martes alrededor de las 12:45 a.m., patrulleros del área de Olympic respondieron a reportes de disparos en el área de la avenida S. Normandie y la calle W. 20th. Cuando llegaron los agentes, encontraron a Miranda en el suelo, al norte de la intersección en la avenida S. Normandie, con heridas en su torso. Murió luego en un hospital local.

Un primo de la víctima, Antonio Miranda, de 42 años, dijo que identificaron a René por el tatuaje que llevaba en uno de los dedos de la mano con el nombre de su esposa.

Eunice Miranda, la esposa de la víctima, dijo consternada “no sabemos lo que pasó”.

El padre de Miranda dijo a La Opinión que él había estado con su hijo viendo televisión hasta cerca de la medianoche. Se fue a dormir y señala que se despertó 20 minutos después por el ladrido de su perro.

“Mi hijo me dijo que no me preocupara, que era un señor que se mete a dormir ahí en el callejón, y le hizo un bocadillo”, contó el padre.

“Cada vez que iba a comprar bebida y comida afuera yo lo regañaba, le decía que esta calle es peligrosa; pero esa noche él me dijo ‘No, papá. No es peligroso. Todos me conocen aquí”.

Al enterarse de la tragedia los vecinos empezaron a llegar a la casa de la familia.

“Como a las 9 de la mañana empezaron a venir. A las 11, estaba llena la casa, y otra vez a las 3 o 4 de la tarde. Me acompañaron por la noche hasta 4 de la madrugada”, agregó el papá.

Sin embargo para los detectives del área este es un caso más bien aislado. Según el detective Matt Gares, asignado al caso, el número de homicidios en el área de Olympic ha “disminuido mucho” comparado con las cifras de hace tres años, cuando se reportaron unos 20 por año. El año pasado, hubo 5 homicidios, y 6 han ocurrido hasta la fecha este año.

“Estamos en un mínimo histórico”, indicó Gares, comentando también que si bien existe actividad de pandillas en el área, no se sabe todavía si esto tiene alguna relación con la muerte de Miranda.

El hermano mayor del difunto, Rudy Miranda, de 35 años, dijo que él nunca fue miembro de una pandilla.

“Si nunca se involucró, entonces ¿por qué él? No lo merece”, continuó su hermano. “Era una persona bella. Nunca le hizo daño a nadie. Tenía corazón grande”.

Deja atrás una niña de 8 años y un niño de 5 años de edad, con quién le gustaba jugar baloncesto, dijo Eunice Miranda, de 27 años.

“Solo quiero decirle a la persona que hizo esto, que lo perdono y que no hay amargura”, dijo Alex Montero, de 26 años, un primo y asiste pastor de la iglesia Love and Unity Outreach en Bellflower.

“Le entrego el alma de mi hijo a Dios”, expresó Rene Miranda Sr., besando una foto de su hijo y nieta.

Cualquier persona con información puede llamar a los detectives al (213) 382-9470 o al (877) 527-3247 después de las horas de trabajo. Llamadas anónimas se pueden hacer a Crime Stoppers al 1-800-222-TIPS.

La familia ha abierto una cuenta para donaciones para el entierro de Miranda: Bank of America, cuenta # 0022329646.