Lejana la reforma migratoria

Tendrían que pasar al menos 10 años para que se concrete una reforma migratoria.

A pesar de las movilizaciones por todo el país, luce muy remota la  posibilidad de una acción gubernamental en esta materia.

A pesar de las movilizaciones por todo el país, luce muy remota la posibilidad de una acción gubernamental en esta materia. Crédito: Archivo / La Opinión

WASHINGTON, D.C.- Aunque no es fácil reconocerlo, líderes y expertos en el campo migratorio aseguraron ayer que concretar una reforma migratoria, podría tardar 10 años. En tanto, el gobierno reconoció fallas en la aplicación del sistema de control de inmigración actual, a pesar de los cambios.

Fue un debate de toda una mañana en el foro Hamilton Project -organizado por Brookings Institution-. Allí, empresarios, sindicatos, líderes hispanos y analistas, delinearon su visión del estatus actual de una nueva ley.

Una propuesta diseñada por el analista Giovanni Peri, titulada “Racionalizando la política migratoria”, planteó un método basado en un cambio substancial en el sistema de visas, orientado a la demanda del mercado laboral.

Sin embargo, antes de hablar de nuevos planes, diversos actores relevantes en la discusión, pusieron un toque de realidad al encuentro. “Existe un miedo profundo entre los republicanos, de que los inmigrantes votarán por demócratas, en caso de ser legalizados. No veo ningún movimiento sobre una reforma, en los próximos 10 años”, dijo Edward Schumacher-Matos, ex director del programa de migración e integración de la Universidad de Harvard.

“El escenario podría ser diferente dependiendo de lo que ocurra en la siguiente elección. Si los extremos del partido republicano tienen un buen desempeño en las urnas, entonces no habrá avances para una reforma migratoria en 10 años o más. Si les va mal, entonces hay una oportunidad en los próximos cinco años”, enfatizó John Wilhelm, presidente del sindicato United Here.

“Que nada pase en los próximos 10 años? eso puede ser verdad, pero espero que logremos fortalecer el sentido de urgencia que tiene este tema”, aseguró Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza.

“Espero que no tengamos que esperar 10 años, pero no veo que exista una coalición fuerte detrás de este tema. Con la polarización política actual, podría tomar ese tiempo”, concluyó Marschall Smith, vicepresidente para asuntos legales de la empresa 3M.

Por su parte, la directora del Consejo de Política Doméstica, Cecilia Muñoz, reconoció que mientras se buscan aliados para avanzar en el tema migratorio, la nueva estrategia de control de inmigración aplicada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), tiene fallas.

“Es irrazonable esperar que estas herramientas, independientemente de lo fielmente que se apliquen, puedan componer lo que no funciona en nuestro sistema de inmigración. Y también es irrazonable esperar que estas reformas positivas impidan que ocurran injusticias en el sistema”, insistió al comentar la estrategia de priorizar la deportación de criminales y diferentes cambios administrativos.

DHS ha recibido importantes críticas de grupos activistas, sobre todo tras la entrega de cifras preliminares, sobre revisión extraordinaria, en 300,000 casos de deportaciones pendientes.

Asimismo, la Casa Blanca respondió ayer, por primera vez a nivel público, a la propuesta para reformar Dream Act del senador Marco Rubio (R-FL).

“Observamos con interés la conversación sobre una posible alternativa que está desarrollando un solo senador Republicano. Aunque no hemos visto la propuesta en sí, les digo lo mismo que les hemos dicho a los propios estudiantes de la Ley DREAM: estamos dispuestos a escuchar y nuestra puerta permanece abierta a todo aliado en serio que esté dispuesto a cruzarla y lograr el progreso”, comentó Muñoz.

“Al mismo tiempo, lo que hemos escuchado hasta el momento, incluyendo al Presidente de la Cámara de Representantes y a otros Republicanos en el Congreso, es que ninguna propuesta como esa, tiene la mínima oportunidad en su cámara”, agregó.

Un tema que la asesora de Obama no tocó y que le está causando problemas al gobierno, es la creciente presión de diversos grupos, por la creación de una orden ejecutiva, que detenga por completo la deportación de los jóvenes que se beneficiarían con la ley DREAM.

Este jueves, United We Dream lanzará una campaña nacional para promover esta medida. “El Presidente debe cambiar su récord y los DREAMers a lo largo del país, presionarán para que él les entregue el alivio administrativo que necesitan”, detalló la declaración emitida por los estudiantes.

Por ahora, la Casa Blanca no se ha pronunciado respecto a un posible cambio en este tema. Hasta ahora, el Presidente ha dicho que su obligación, es cumplir con las leyes de inmigración.

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