Más participación electoral

La participación electoral es uno de los pilares de la democracia. Es muy simple, cuanto más votantes asistan a las urnas en un sistema libre, el resultado será mas representativo de la voluntad popular. Sin embargo, no todos coinciden con esta premisa.

En una elección de participación voluntaria del votante, la diferencia que da la victoria depende de a quien se entusiasma a salir a votar y a quien se desalienta a hacerlo. A veces esto se logra en el debate de las ideas; otras veces se cambian las leyes electorales de un estado para complicar el voto de un sector de la población con la excusa injustificada de combatir un problema que no existe como el fraude electoral masivo.

En este contexto, los republicanos están aprovechando las mayorías legislativas ganadas en la elección del 2010 para aprobar leyes que tienen un impacto restrictivo en la participación electoral de los más jóvenes, los más mayores y las minorías; sectores considerados como afines a los demócratas. Para ellos se complican los sistemas para el registro de votantes y se establecen nuevas exigencias a la hora de votar.

En respuesta, los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron la Ley para Empoderar a los Votantes, la cual alienta la participación electoral abriendo el acceso a la urnas a través de modernización y las opciones en el registro de votantes, vigilar la integridad del proceso y su resultado.

Creemos que es necesario incorporar más votantes a participar en el proceso electoral, más allá de la conveniencia o inconveniencia de tal o cual partido. En especial cuando la participación electoral es muy baja para una democracia del tamaño de Estados Unidos.

Se estima, por ejemplo, que uno de cada cuatro votantes potenciales, o sea 51 millones de personas, no están registradas para hacerlo. Mientras tanto que en la elección presidencial de 2008, la cual batió un record de asistencia de 40 años, el 43% de los posibles votante se quedó en su casa. En ese comicio se estima que se rechazaron tres millones de votantes por problemas.

La integridad de un proceso electoral es primordial para dar una justa validez al resultado. Dicho esto, el grado de participación refleja la credibilidad del resultado y realmente el sentir de la mayoría de los estadounidenses.

Las elecciones se deben ganar conquistando con ideas y propuestas el respaldo del votante en vez de desalentar y obstaculizar su participación en las urnas.

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