WASHINGTON, D. C. (EFE).- Un tribunal federal del norte de Virginia condenó a 50 años de prisión al cabecilla de la banda Mara Salvatrucha 13, Rancés Ulices Amaya, por proxenetismo de menores de edad, informó ayer la emisora de radio local WTOP.
Amaya, de 24 años, había sido acusado y condenado en febrero pasado porque forzó a jóvenes, algunas de solo 14 años, a prostituirse. El tribunal federal dictó la sentencia el viernes en la ciudad de Alexandria.
El delincuente, nacido en EEUU y ciudadano de este país, pasó buena parte de su infancia en El Salvador, y los testimonios durante el juicio indicaron que reclutaba a sus víctimas en escuelas intermedias y secundarias y albergues para desamparados.
Amaya, según los documentos del juicio, violaba a las jóvenes, las amenazaba y les daba drogas para mantenerlas sometidas, forzándolas a tener sexo, a veces con hasta 10 clientes por día, que pagaban de 30 a 120 dólares.
Amaya, quien operaba principalmente en el área de Falls Church, unos 40 kilómetros al sudoeste de Washington, negó las acusaciones durante todo el juicio y mantuvo una actitud desafiante, incluidos los gestos simbólicos de pandillas y gestos obscenos hacia la policía.
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