Las ciudades continúan su batalla fiscal

Los municipios del sureste no han logrado recuperarse; abundan los recortes

El concejal de Maywood, Felipe Aguirre, asegura que la  ciudad, con población  hispana,  ha tenido pocos ingresos.

El concejal de Maywood, Felipe Aguirre, asegura que la ciudad, con población hispana, ha tenido pocos ingresos. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión

Después de la tormenta que desató la recesión, se respira cierta calma en algunas ciudades del Sur de California con alta población latina, donde han logrado balancear el déficit, detener los dolorosos recortes de personal y de servicios públicos, o incluso registrar modestos excedentes.

Los Ángeles, Montebello, Pico Rivera, Riverside, Santa Ana y otros ayuntamientos ya han aprobado sus paquetes fiscales para el ciclo 2012-2013 o están a punto de hacerlo, iniciando así -con ingresos más elevados, menos desempleo y reformas estructurales en puerta- una era de reconstrucción.

Sin embargo, en los municipios del sureste del condado el vendaval sigue pegando con fuerza.

“La situación es pésima, no hemos tenido ingresos y todo lo que se propone son recortes y recortes”, dijo Felipe Aguirre, concejal de Maywood, una ciudad que aún sufre las consecuencias de honerosas demandas por violaciones cometidas por su Policía y la contratación de servicios externos.

Hace poco el Cabildo de Maywood aprobó cerrar la alberca, el gimnasio de boxeo y el parque de su centro recreativo más grande y moderno, localizado en la Calle 58, para este verano. También, entre otros planes, quiere reducir el horario de atención en el edificio de la Alcaldía de cuatro a tres días, con el fin de cerrar un hueco presupuestario de poco más de un millón de dólares.

“Querían vender las instalaciones del gimnasio de boxeo; el transporte de los ancianos también lo quieren cancelar. Las banquetas están en muy mal estado y la gente hasta se ha lastimado”, comenta Héctor Alvarado, integrante de la Unión de Vecinos, sobre lo que ocurre en Maywood.

Otras ciudades vecinas que, después de cinco años de crisis económica, siguen al borde de la insolvencia son Bell, South Gate, Bell Gardens, Huntington Park y Cudahy. Pero ninguna cruza por un camino tan espinoso como Compton, que tiene un déficit tan grave que está en serio riesgo de no cumplir con sus obligaciones, de acuerdo a un reporte indepediente.

Con un hueco fiscal de $39 millones, que contrasta con un superávit de $12 millones obtenido hace cuatro años, el municipio carga con la duda de “poder continuar” como negocio, indica la auditoría.

La ciudad ha eliminado el 15% de su fuerza laboral y existe la amenaza de que sigan los tijeretazos. Sus finanzas están en tal desorden que a finales de 2011 se reportó que acumuló una penalidad de $370,000 por no cumplir con el contrato de vigilancia con el Departamento del Sheriff del condado.

El administrador de la ciudad de Compton no estuvo disponible para una entrevista, por estar ocupado discutiendo el presupuesto del siguiente ciclo, dijo su secretaria.

“Compton tiene problemas porque gastó de más contratando a nuevos empleados [entre 2007 y 2011 contrató a 110 trabajadores] y sin manejar apropiadamente sus proyectos. Se creó una situación donde el desempleo ha golpeado con dureza porque esa ciudad mucho depende de negocios y manufacturas pequeñas”, explicó Kevin Klowden, economista del Instituto Milken.

En Compton, donde el 65% de la población es de origen hispano, unas 28,000 personas tenían empleo en 2010, 9% menos que en 2007, al inicio de la recesión. En ese período, los trabajos de manufactura cayeron un 17%, los de construcción un 34% y los de ventas al menudeo un 9.6%, según un reporte de la Asociación de Gobiernos del Sur de California (SCAG).

Klowden explica que el descalabro financiero de estas ciudades radica en las decisiones equivocadas, pero también en las malas administraciones, citando los casos de Bell y Montebello, donde se han registrado casos de corrupción y discrepancias en sus finanzas, respectivamente.

El economista resaltó que los municipios en general han sido afectados por la Proposición 13, por la cual el gobierno del estado quedó como distribuidor de las ganancias por impuestos, por los escasos recursos que ha recibido California y por los elevados costos de las pensiones.

“Se han creado varios problemas porque las ciudades se han endeudado por tratar de resolver problemas a corto plazo y en algunos casos han gastado mucho dinero para salir del paso y ahora no les alcanza ni para los servicios básicos”, señaló Klowden.

A esto se suma la desaparición de las Agencias de Desarrollo Comunitario (CRA), las cuales canalizaban recursos importantes a las ciudades. El Ayuntamiento de Montebello estima haber perdido dos millones de dólares en un año, mientras que Maywood reclama que no recibió más de un millón de dólares.

“Eso ha golpeado a casi todas las ciudades”, mencionó Francesca Tucker-Schuyler, administradora de Montebello, a La Opinión.

Pese a enfrentar un déficit de tres millones de dólares y acusaciones de fallas administrativas, dicho municipio, donde ocho de cada diez habitantes son latinos, planea iniciar el siguiente año fiscal con una plataforma de gastos de 44.4 millones de dólares y un ligero excedente de 74,000 dólares.

Como en muchas ciudades, el cinturón sigue justo para los departamentos que no son del sector de la seguridad pública, al tiempo que se buscan alternativas para no perder empleados.

“Afortunadamente la ciudad no está buscando reducir personal”, celebró Tucker-Schuyler.

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