Claman justicia los familiares de Panchito

Al parecer el asesinato del joven estuvo relacionado con un problema pasional

Jessica, Esther y Francisco Rodríguez, hablan desde su casa en Winnetka, acerca del homicidio de su hijo.

Jessica, Esther y Francisco Rodríguez, hablan desde su casa en Winnetka, acerca del homicidio de su hijo. Crédito: J. Emilio Flores / La Opinion

Los acontecimientos que rodearon el asesinato de Francisco “Panchito” Rodríguez, portero del equipo de futbol de El Camino Real High School, parecen sacados de un guión donde los celos jugaron un papel central en la muerte de este joven de 17 años, ocurrida a pocos pasos de la puerta de su casa y a manos del novio de Elizabeth Ibarra, Jason Schumann.

De acuerdo a las investigaciones policiales que han sido seguidas día a día por la hermana de Panchito, Jessica Rodríguez, Elizabeth, de 19 años de edad, pretendía darle celos a Jason, de 24, utilizando unos mensajes de texto que Panchito le había enviado a petición de ella.

“Yo no quería hablar porque tenía esperanza que ambos pagaran por el asesinato de mi hermano. Pero ahora dice el fiscal que no hay evidencias en contra de Elizabeth y que quedará en libertad por el asesinato de mi hermana, a pesar que fue ella la instigadora y fue ella quien ayudó a desaparecer el arma. Eso no es justo”, dijo Jessica indignada durante la primera entrevista que otorga a un medio de comunicación desde los arrestos.

Panchito conoció a Elizabeth en una fiesta en diciembre y tenían supuestamente una relación amistosa. No está claro si Panchito sabía que Elizabeth tenía récord criminal por robo de identidad y por golpear a un policía. Tampoco se sabe si él tenía conocimiento de que el novio –Jason- estaba en la cárcel cuando ambos se conocieron en la fiesta.

Según las investigaciones, cuando Jason salió de la cárcel a principios de enero, ella quería darle celos y le pidió a Panchito que le enviara mensajes de texto provocadores a su celular.

Pero la furia de Jason fue tal que el 11 de enero por la tarde, cuando la pareja de exconvictos –ambos estaban en libertad condicional al momento del asesinato- se encontraba por la zona de Winnetka, él le exigió a Elizabeth que lo llevara a la casa de Panchito.

Esa tarde, el joven deportista llegó a su casa después de un partido con Taft High School, pocos minutos antes de las 6 p.m. Se quitó los zapatos y se fue a su habitación. Jessica y su madre –Esther Rodríguez- estaban en la sala, cuando unos 20 minutos más tarde Elizabeth llamó a la puerta.

De acuerdo con Jessica, a Panchito se le fue el color de la cara y salió de la casa sin ponerse los zapatos y les dijo que ya regresaba. Instantes después se escucharon cuatro disparos, cuando Jessica y la madre salieron a la calle para ver qué sucedía, Panchito estaba tirado en el césped y su sangre inundaba su alrededor. El joven recibió tres disparos en el área abdominal y uno entró en la casa.

El relato de las investigaciones policiales –al que tuvo acceso Jessica- revela una discusión breve entre Panchito y Jason, en la que Panchito le reafirmaba que no tuvo nada que ver con Elizabeth. Jason sacó la pistola y le disparó diciéndole furioso a ella que haría lo mismo con cualquier otro hombre con quien ella tuviera relaciones sexuales.

La hija pequeña de la pareja de exconvictos se encontraba en el asiento trasero del vehículo tipo SUV que Jason conducía. Hay videos de seguridad que ubican a esta familia de compras en Target momentos después del asesinato.

“Se fueron a Target como si nada hubiera pasado. Ella no dijo nada, ni mostraba ningún tipo de remordimiento por lo que él había hecho”, dijo Jessica.

En un principio la policía buscaba a una muchacha con cabello rojo. Cuando la arrestaron dos días después, gracias a la ayuda de testigos anónimos, Elizabeth se había cambiado el color del cabello a un tono oscuro.

“Ella no le disparó, pero sí causó su muerte. Lo llevó a la casa y después destruyó evidencias. Esa mujer tiene que pagar por la muerte de mi hermano, pero ahora el fiscal dice que no hay pruebas y que no le pondrán cargos”, dijo Jessica.

Jane Robison, portavoz del Fiscal del Distrito, aseveró que no hay suficientes evidencias en contra de Elizabeth.

“Hay suficientes evidencias para interponerle cargos a él, pero en el caso de ella, el fiscal ha decidido no llevarla a juicio”, dijo Robison, explicando que no puede entrar en detalles sobre las pruebas recabadas hasta que se presenten en el juicio.

La audiencia preliminar por asesinato está programada para el 19 de julio próximo. Robison adelantó que se pedirá que Jason sea detenido sin posibilidades de salir en libertad condicional.

Jason tiene un extenso récord criminal que incluye asalto y robo con arma letal.

Elizabeth está en prisión por los cargos anteriores de robo de identidad, falsificación de cheques y por resistirse al arresto. Su libertad condicional fue revocada y servirá el resto de su sentencia que se extiende hasta principios del próximo año.

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