Luchadores llevan alegría a los niños
Arrancaron sonrisas y brindaron un poco de alegría a los pequeños pacientes del Mattel Children's Hopsital UCLA.

El luchador del World Wrestling Entertainment, Hornswoggle (iz) y Alicia Fox, visitan al pequeño paciente Evan Gabor en el hospital Mattel Children's Hospital UCLA, donde distribuyeron juguetes y sonrisas a los niños. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión
Antes de subirse al cuadrilátero, cuatro reconocidos luchadores arrancaron ayer sonrisas y brindaron un poco de alegría a los pequeños pacientes del Mattel Children’s Hospital UCLA. Niños a los que les cuesta muchas veces sonreir debido a sus diversos padecimientos, que los obligan a permanecer por días o hasta meses en el hospital.
Tal es el caso de Jesús Cedeño, de 10 años de edad, quien disfrutó enormemente la visita de los luchadores del World Wrestling Entertainment (WWE).
El pequeño lleva meses internado en el hospital a consecuencia de una constante infección en la sangre, como resultado de un transplante de intestino, hígado y páncreas al que fue sometido desde hace más de 4 años.
“Visitas como estas le levanta muchísimo el ánimo y le ayuda a estar bien”, aseguró la madre de Jesús, María Valdez. “No quisiera que estuviera en ningún otro hospital, aquí me lo cuidan mucho”, agregó.
A diferencia de otros hospitales, los niños acá son mantenidos en un mismo piso sin importar su diagnóstico, indicó una de las especialistas de cuidado infantil del hospital.
Antes de su participación en el popular evento de lucha libre de verano WWE Summer Slam este próximo fin de semana en LA Live, los luchadores Eve, Alicia Fox, Hornswoggle y el actual campeón de peso completo Sheamus, decidieron compartir su tiempo con varios de los 125 menores que son tratados en este hospital de Westwood, y así poner su granito de arena en su recuperación.
“Sus vidas son el ejemplo de lo que es una verdadera lucha. Las cosas a las que ellos se tienen que sobreponer es simplemente asombroso”, expresó la luchadora Eve.
Los deportistas entregaron a los niños juguetes que emulaban a luchadores con los que hicieron las delicias de los pequeños pacientes.
Aún cuando Jesús puede permanecer por un tiempo indefinido en el hospital, disfrutó del entretenimiento y el regalo que recibió de sus ídolos reales.
Estos por su parte describieron a las decenas de niños que visitaron como “los verdaderos luchadores e incansables guerreros”.