LAPD tras conductores ebrios en Los Angeles

Este fin de semana arrancó el operativo "Evite las 100" para detectar a conductores que manejan bajo el influjo de alguna droga o de alcohol.

Los Angeles, Ca. - A sobriety check point is in place at Hollywood Blvd. (photo

Los Angeles, Ca. - A sobriety check point is in place at Hollywood Blvd. (photo Crédito: Ciro César / La Opinión - .

Es viernes por la noche en Hollywood. Una joven de vestido azul se quita sus zapatos de plataforma para no equivocarse en las pruebas. En su andar por el vecindario más famoso de Los Ángeles se topó con un operativo de alcoholemia de la Policía y debía confirmar que no combinó el alcohol con el volante.

Un agente le pide que camine en línea recta, tocando los dedos de sus pies con los talones. Nada del otro mundo, pero la chica tambalea un poco incluso antes de avanzar. Y comienza para ocultarlo: “uno, dos, tres…”, cuenta en voz alta los pasos, algunos más largos de lo indicado, ninguno igual.

Pide una segunda oportunidad, pero sus piernas no le obedecen. Las pisadas siguen disparejas. Mueve la cabeza enfadada y pasa el dedo índice por un ojo, secando una incipiente lágrima. Es apenas el inicio de un llanto incontenible que delata que trae unas copas de más. “Lo siento”, confiesa al policía.

No es suficiente para consignarla, aún debe soplar por el tubo de un dispositivo, el cual indica que ella tiene más de 0.08% de alcohol en la sangre: que legalmente está borracha. Veinticinco minutos después, con las manos esposadas, la chica es llevada a una estación de policía. La fiesta terminó temprano.

El pasado fin de semana, en el arranque del operativo “Evite las 100”, que integra a todas las agencias del orden del condado de Los Ángeles para detectar a conductores ebrios o drogados, 550 personas fueron arrestadas en nueve retenes de alcoholemia y siete patrullajes.

En 2011, las corporaciones detuvieron a 663 automovilistas en ese período.

Los operativos se realizaron del 17 al 19 de agosto en Hollywood, el Sur de Los Ángeles, Gardena, Pasadena, Burbank, Santa Mónica, Beverly Hills, Baldwing Park, Inglewood, Hermosa Beach, Lynwood, El Segundo, San Gabriel, Signal Hill, entre otros lugares.

Estos dispositivos se implementarán cada fin de semana hasta el 3 de septiembre, abarcando el feriado del Día del Trabajo.

Sólo en 2010, 791 personas murieron en California por accidentes automovilísticos provocados por conductores o motociclistas que estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas (DUI). La cifra, aunque es menor comparada con otros años, sigue alarmando a las autoridades.

“Sería una noche ideal si no arrestáramos a nadie; aunque también estamos educando a la gente porque ven los letreros de la Policía y dicen: ‘debo tener más cuidado y no manejar borracho'”, comentó el sargento C. Clark, de la División de Tráfico en el Oeste de la Policía de Los Ángeles (LAPD).

Las palabras del oficial Clark se escucharon poco antes de que pasara junto a él un joven con las manos esposadas. A él también le tocó cruzar por el retén del viernes en Hollywood y lo encontraron bajo los efectos de la marihuana. “Le haremos más pruebas en la estación, pero probablemente también resultarán positivas”, señaló el sargento.

En el coche del detenido se encontró más evidencia: una pipa de cristal para fumar la hierba.

El aliento del muchacho no olía a licor y pasó con éxito las pruebas de caminar en línea recta, tocarse la punta de la nariz con el índice y seguir con la vista el dedo de uno de los policías. Sin embargo, falló en el examen de dopaje que se le practicó en un laboratorio móvil que llevó el LAPD al operativo.

Casi al mismo tiempo, otro muchacho dio positivo en la prueba de drogas. Ambos compartieron el asiento trasero de una patrulla cuando fueron trasladados a la estación de policía.

Esa noche también fue detenido un hombre que manejaba sin haber probado una sola gota de licor. Se detuvo correctamente en el punto de control y el agente observó que transportaba a tres mujeres. Al revisar su licencia de conducir, no obstante, el policía notó que estaba suspendida. Y al revisar su récord criminal encontró que la habían cancelado precisamente por manejar borracho.

Su madre, una de las pasajeras, se llevó las manos al rostro cuando vio que esposaban a su hijo. Media hora después el hombre, con el rostro avergonzado, pasó junto a ella sin regresarla a ver. Ya sin lágrimas en las mejillas, la anciana, de origen ruso, descargó su frustración apretando una caja de cigarrillos.

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