Duelo con morbo en el Camp Nou

Mourinho y Vilanova se reencuentran en el juego de ida por la Supercopa

BARCELONA (AP).-Ha pasado más de un año, pero la imagen del entrenador del Real Madrid, José Mourinho, metiéndole literalmente el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona, Tito Vilanova, sigue latente entre los millones de espectadores que vieron la disputa de la pasada Supercopa de España.

El torneo que enfrenta de nuevo a los merengues, vigentes campeones de la Liga española, con el Barsa, monarca de la Copa del Rey, regresa hoy a escena, y sobre el mismo escenario: el Camp Nou.

El coloso azulgrana espera de uñas al odiado rival blanco, más tras la última visita del cuadro de Mourinho, el 21 de abril, cuando acabó con una sequía de seis visitas sin triunfo para sentenciar la Liga con una victoria por 2-1.

Los tres puntos a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato decidieron definitivamente el título del bando capitalino, y es por ello que el Madrid se presentará hoy como campeón, después de tres ligas consecutivas del equipo catalán.

No es que los clásicos entre Madrid y Barsa requieran demasiada pimienta, pero el tristemente célebre incidente del año pasado entre Mourinho y Vilanova, actual primer entrenador azulgrana tras la retirada de Pep Guardiola, añade un factor adicional de morbosidad al partido.

El polémico altercado, que contó también con un manotazo de Vilanova a Mourinho como respuesta a la agresión, resultó originalmente en un partido de suspensión para el catalán y dos para el portugués. Aunque posteriormente la Federación Española de Futbol decidió levantar el castigo a los protagonistas, que se verán las caras por primera vez en condición de igual a igual.

Vilanova se estrenó con éxito rotundo en el banquillo el domingo, cuando el Barsa goleó 5-1 a la Real Sociedad en la primera fecha del campeonato, con dos goles del astro argentino Lionel Messi y uno del reaparecido David Villa.

Pero la ida de la Supercopa marcará su debut como primer entrenador frente a Mourinho.

Tanto el portugués como el sucesor de Guardiola se afanaron en limar asperezas después de su altercado. Ya cuando Vilanova fue operado de un cáncer durante la pasada campaña, Mourinho le deseó una pronta recuperación y más recientemente entonó un “mea culpa”, a su manera.

“Cometí un error y no voy a buscar excusas. Fallé. Pero no soy un idiota que hace algo sin que antes haya sucedido otra cosa, y eso me hizo perder el control. Haremos todo lo posible para que algo así no vuelva a suceder”, razonó.

Vilanova, por su parte, zanjó la polémica por el indulto federativo al considerar que “el castigo más grande es que estas imágenes durarán muchos años y las podrá ver la gente”.

La insistencia en mirar para adelante se fundamenta en el buen tono vital de ambas escuadras, que tienen motivos para irradiar optimismo.

El Madrid, pese a empatar 1-1 en casa ante el Valencia en el arranque liguero, y la resultante baja del central Pepe para el choque en el Camp Nou, se siente fuerte para afrontar la conquista de la Supercopa, torneo esquivo desde 2008, y todos los títulos en liza en la campaña entrante, especialmente la Liga de Campeones, la que no gana desde 2001.

“Las últimas veces que hemos ido a Barcelona hemos hecho buenos partidos, y que se han decidido por poco. La última victoria en la Liga debería considerarse normal”, dijo “Mou”, y rebajó la importancia de la Supercopa respecto al resto de torneos. “Firmo perderla y ganar la Liga”.

Pese a reservar a algunos jugadores, el Barsa evocó su mejor época ante la Real, donde Vilanova percibió en sus futbolistas “deseos de ganarlo todo”. El técnico contará con el refuerzo del extodoterreno del Arsenal, Alex Song, y se encomendará de nuevo al genio de Messi, que ansia volver a marcar jerarquía respecto a Cristiano Ronaldo.

El delantero madridista ni tan sólo disparó entre los tres palos ante el Valencia, y él mismo reconoció tras el cotejo no encontrarse aún en su mejor punto de forma. Pero su anterior choque en el Camp Nou, cuando anotó el gol de la victoria, fue probablemente su mejor partido ante el Barsa que, frente a la Real, concedió más de una ocasión de gol al contragolpe.

El choque entre astros promete, tras el récord de 73 goles de Messi en el cómputo de competiciones la pasada campaña. Su meteórico ritmo goleador se inició, precisamente, en la Supercopa, donde sometió al Madrid con tres dianas: una en el empate por 2-2 de la ida en Madrid, y dos en la vuelta tres días después en el Camp Nou, cuando el Barsa se impuso por 3-2.

El accidentado choque, con el ya célebre roce entre Vilanova y Mourinho, más ocho tarjetas amarillas y las expulsiones del azulgrana Villa y los madridistas Marcelo y Mesut Ozil en los descuentos, dejó un mal sabor de boca entre el mundo futbolístico que, pese a todo, recibe al primer clásico del curso 2012-2013 con renovada intensidad.

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