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Dicen supuesto abuso policiaco

El jefe Beck pide investigación completa en tres incidentes recientes en la ciudad

Tres incidentes de supuesta brutalidad policiaca que han sido grabados en video, incluido uno en el que murió una mujer, han vuelto a poner en el ojo del huracán a la Policía de Los Ángeles (LAPD).

Ayer, mientras continuaban las investigaciones de los tres casos, en lo cual ha pedido participar la Comisión de Policía, en el Ayuntamiento crecía la idea de reformar las tácticas de la corporación.

En defensa de los uniformados, el Sindicato de Policías de la ciudad (LAPPL) reclamó, por su parte, que las declaraciones hechas sobre estos incidentes por el jefe del LAPD, Charles Beck, “hacen parecer que se han prejuzgado las acciones de los policías” y pidió no declararlos culpables antes que un juez.

El hecho más serio salió a la luz el jueves, cuando se reveló que al menos cinco policías estaban bajo investigación por el fallecimiento bajo custodia de una mujer, Alesia Thomas, de 35 años, que dejó de respirar en un enfrentamiento que habría incluido a un uniformado pisando con fuerza sus genitales.

Thomas se resistió a la detención, que ocurrió frente a su apartamento en el Sur de Los Ángeles, lo cual habría derivado en el uso excesivo de fuerza. Los uniformados investigaban el abandono de los hijos de la afroamericana, de 3 y 12 años, en la estación Southeast.

Incluso con las manos esposadas, cita un reporte del LAPD, Thomas continuó forcejeando con los agentes, quienes solicitaron refuerzos. Tras la batalla, ya en el asiento trasero de la patrulla, la mujer comenzó a respirar con dificultad y después dejó de hacerlo por completo. Ella murió en un hospital.

“El video de una patrulla fue revisado, el cual revela algunas tácticas cuestionables y comentarios inapropiados”, reconoció la Policía de Los Ángeles en un comunicado, en el cual el jefe Beck se compromete a llegar a la verdad “sin importar a dónde nos lleva”.

El caso se dio a conocer un días después de que Beck anunció la transferencia de un capitán del área de Foothill y de otro elemento que fueron videograbados golpeando a una mujer esposada en el Valle de San Fernando. La supuesta víctima, una enfermera que fue detenida por hablar por celular mientras conducía, terminó con lesiones en la cara y el cuerpo.

“Tengo serias preocupaciones sobre este incidente”, declaró el jefe del LAPD.

Y hace unas semanas, las imágenes tomadas desde un teléfono celular mostraron a cuatro agentes de la corporación golpeando en Venice Beach a un joven en patineta por, según ellos, resistirse a un arresto.

Para el Sindicato de Policías de la ciudad, si bien las grabaciones pueden ser útiles en una investigación “con frecuencia no capturan todas las pruebas” e incluso “pueden ser engañosas”.

“Los policías realizan un trabajo duro y peligroso todos los días. A menudo deben tomar decisiones de vida o muerte en cuestión de segundos. Al igual que todos en este gran país, ellos merecen el beneficio de la duda. Nadie debe sacar conclusiones antes de que todas las evidencias sean escuchadas y se haga una determinación judicial”, mencionó Tyler Izen, presidente del gremio.

Pero en el Concejo de Los Ángeles ya se escuchan comentarios sobre reformas al interior del LAPD. “No es justo que la gente sufra así por acciones de policías que tal vez no están bien entrenados o no son conscientes de lo que están haciendo cuando causan tanto daño”, dijo el concejal Ed Reyes.

Contrario a la opinión del LAPPL, el concejal José Huízar aplaudió la actitud del jefe Beck de responder de inmediato a los incidentes. “El público debe tener confianza en que la Policía está haciendo su mejor esfuerzo por la seguridad pública, pero cuando hay instancias en que no se comportan conforme a la ley ellos también deben ser investigados”, indicó.

La oficina del alcalde Antonio Villaraigosa no comentó al respecto.

Según el activista Ron Gochez, quien encabezó protestas por la muerte del guatemalteco Manuel Jamines a manos de agentes del LAPD hace dos años, en el departamento urge un cambio de actitud. “Estos incidentes no son nuevos, no son casos aislados, es algo que se ha visto sistemáticamente en la ciudad. La Policía opera con total impunidad”, comentó.

Mientras crecía esta controversia, un agente del U.S. Marshal fue arrestado la madrugada del viernes bajo sospecha de disparar fatalmente contra un hombre que intervino en una discusión entre él y su esposa en un callejón del área de Fairfax hace más de cuatro años.

Ayer mismo, los familiares de Tony Louis Francis realizaron una marcha y un mitin en el lugar donde éste fue abatido en Bellflower por agentes del Sheriff la semana pasada. La dependencia reportó que Francis cometía un robo a mano armada, pero sus conocidos aseguran que él no cometió ningún crimen, no estaba armado y no representaba un riesgo para los uniformados.

“Los tiroteos a personas desarmadas, como Francis, continúan un patrón trágico”, señaló Eddie Jones, presidente de la organización Los Angeles Civil Rights.

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