Demócratas contraatacan

La Convención marca el tramo final de la carrera del presidente Obama por lograr la reelección

CHARLOTTE, Carolina del Norte — El comienzo de la Convención Nacional Demócrata buscó contrarrestar los fuertes ataques lanzados la semana anterior por los republicanos, enfatizando como grandes logros los programas que los republicanos criticaron pero especialmente presentando historias personales que ilustraron esos logros y culminando con dos poderosos testimonios: el del alcalde de San Antonio Julián Castro y el de la primera dama Michelle Obama.

La emoción en el seno de la Convención fue creciendo a lo largo de la sesión a un nivel generalmente reservado para la última noche del evento. Durante el discurso de Michelle Obama los gritos de “cuatro años más” se repitieron en varias ocasiones.

Castro, quien dio el discurso de orden y fue presentado por su gemelo idéntico Joaquín, candidato por Texas al Congreso, concentró su presentación en su historia personal como ejemplo del sueño americano para luego pintar a Mitt Romney como una persona que no entiende los problemas de la gente común.

El joven alcalde, una figura emergente en el Partido Demócrata, contó la historia de su abuela inmigrante mexicana y de cómo trabajó como doméstica, limpiando casas, para que su hija y luego sus nietos tuvieran un futuro mejor.

“La historia de mi familia no es nada especial. Lo que es especial es que Estados Unidos hace posibles historias como la nuestra. La nuestra no es una nación cualquiera, es un lugar donde se pueden emprender grandes viajes en el transcurso de una sola generación”, dijo Castro, cuyo discurso fue bien recibido por los delegados.

Castro, quien viene de Texas, un estado con mayoría republicana, dijo que en su estado “esperamos que la gente viva con las botas puestas y que el resto siga su ejemplo y se las ponga también, pero reconocemos que hay cosas que no podemos hacer solos, hoy tenemos que unirnos e invertir en oportunidades para la prosperidad del mañana”.

Parte del tema del discurso de Castro fue dedicado a contrarrestar el tema republicano de “nosotros lo construimos”, indicando que la fuerza de este país viene principalmente del individualismo y el empresariado. El mensaje demócrata es que el gobierno contribuye al éxito de los individuos construyendo la infraestructura y ofreciendo oportunidades por medio de la educación.

Castro también buscó presentar a Romney como alguien que no entiende los problemas de la gente trabajadora. Algo similar a lo que hizo, por su parte, Marco Rubio, el senador republicano en su discurso en Tampa la pasada semana.

“Mitt Romney, simplemente, no entiende. Hace unos meses él visitó una universidad en Ohio y le dio a los estudiantes un pequeño consejo empresarial. “Lancen un negocio”, dijo. Pero, ¿cómo? “Pidan dinero prestado a sus padres si tienen que hacerlo”, les dijo. Vaya, ¿por qué no pensamos en eso? Algunas personas tienen la suerte de poder pedir dinero prestado a sus padres, pero eso no determinará que puedan buscar sus sueños. No creo que el gobernador Romney lo haya dicho con mala intención. Creo que es una buena persona. Solamente que no tiene ni idea de la suerte que él ha tenido.”, apuntó Castro.

Tras varios fieros discursos defendiendo la reforma del sistema de salud aprobada bajo el gobierno de Barack Obama y las mejoras económicas de los últimos años, Michelle Obama se enfocó en las mujeres y entusiasmó a los delegados que en más de una ocasión se pusieron de pie y le dedicaron ovaciones.

Obama habló de su experiencia como madre y esposa y, en buena medida como lo hiciera Ann Romney la pasada semana, dio la visión personal de su esposo de cara al público. Obama también habló de sus respectivas familias, su padre que trabajó aún con esclerosis múltiple y la abuela de Barack Obama “quien se levantó cada día a seguir luchando”.

Utilizando esas historias como contexto, Obama indicó que su esposo “piensa cada día en personas como nuestras familias” y argumentó que por eso recortó impuestos para las familias trabajadoras y “rescató a la economía del borde del colapso”.

En cada uno de los logros mencionados, la primera dama puso como ejemplo a sus familias y a familias comunes y corrientes.

“Cuando éramos jóvenes, estábamos enamorados y estábamos endeudados. Por eso Barack ha luchado tan duro para aumentar la ayuda estudiantil y mantener los intereses bajos”, dijo Obama. “El quiere que cada joven pueda ir a la universidad sin tener una montaña de deudas”.

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