La revancha ya está en camino

Para sacarse la espina, JC Chávez Jr. quiere un capítulo II con 'Maravilla'

'Maravilla' Martínez felicita a Julio César Chávez al concluir la pelea del sábado en el Thomas & Mack Center de Las Vegas.

'Maravilla' Martínez felicita a Julio César Chávez al concluir la pelea del sábado en el Thomas & Mack Center de Las Vegas. Crédito: AP

LAS VEGAS.- Un minuto para vivir o para morir, según se vea.

Una manera de graficar el cierre trepidante de la pelea entre Julio César Chávez Jr. y Sergio “Maravilla” Martínez.

Un combate de un solo lado durante 11 asaltos, pero que bien pudo tener un final insólito, para el asombro, cuando el mexicano pudo finalmente conectar al argentino, lo derribó y a punto estuvo de terminar la contienda.

Un minuto que cambia el guión del pleito y el alegato postpelea porque antes del último minuto del último asalto era un paliza, y tras el último grito de la campana se habla del merecimiento de un gran peleador como “Maravilla” Martínez y del reconocimiento para Julio Chávez Jr., quien se creció en el castigo y hoy, cuando no es campeón, ni está invicto, tiene más respetabilidad que antes de la derrota. También se habla de revancha.

“No estuve en mi noche, estuve amarrado y desperté muy tarde”, admitió Chávez Jr.

“No tiré golpes, y sin tirar golpes es muy difícil ganar”, añadió.

Justo es decir que no tiró golpes porque el rival lo tuvo ocupado toda la noche tratando de evitar el castigo. Una tarea que logró muy a medias.

Las cifras del combate dictan que Chávez tiro 390 golpes y Martínez lanzó 908 y que en golpes de poder estuvieron 256 del mexicano contra 406 de su enemigo.

Ante un rival que lanza 908 golpes (406 con dinamita) es muy difícil encontrar tiempo y espacio para conectar. El rostro de Chávez Jr., visiblemente maltrecho, denunciaba el rigor de la batalla.

De entre el ruido propio de ringside se colaron muy pronto en la noche, al menos, dos voces que despiertan inquietud.

“Chávez ha tenido corazón y aun perdiendo no se entregó, le doy el crédito que merece su valor”, dijo “Maravilla” Martínez, feliz con su victoria y su título de los medianos CMB.

Ya Chávez había sido contundente: “Me quedé cerca… me faltó un poquito, pero demostré que le puedo ganar a ‘Maravilla’ [Martínez] y espero que me dé la revancha, donde él quiera, incluso en Argentina”, dijo Junior.

Es un grave error por parte del campamento del sinaloense explicar la derrota a través de los errores de ellos y no de las virtudes del vencedor.

“Maravilla” fue dominante, tiró de su experiencia y de su oficio sobre el cuadrilátero y ganó sin objeciones.

“Fue una noche tranquila y manejé la pelea a mi ritmo; de Chávez, yo pensaba que me iba a arrollar con su físico, pero trabajó muy poco, sólo en el último asalto”, dijo el nuevo campeón.

Si era que quería mantener su título y dar la madre de todas las batallas en la noche en la que se cruzaban la pelea más importante con la más peligrosa, no fue tan notorio porque otra vez fue un peleador sin jab, sin esa herramienta esencial para marcarle el territorio al rival.

Lanzó 134 jabs en 12 asaltos, una media de 11 por asalto. Algo ridículo para un campeón. Martínez tiró 502 jabs. Una derecha lacerante de toda la noche con la que ganó el combate.

Apuntaba con su temida izquierda, entonces Chávez subía la derecha para tapar y entraba el jab. Así fue que ganó la pelea, con golpes de mediano poder, por eso lo dominó claramente, pero no lo tiró.

Los datos crudos vistos al tercer día cuentan esas cosas, lo mismo que las palabras de Julio César Chávez, padre, y su preparador Freddie Roach.

“Mi hijo hizo una preparación a su manera y la verdad es que no le funcionó”, dijo el mito de Culiacán.

“Perdió bien la pelea, pero es que no vimos ni el 50% del peleador que es mi hijo”, agregó escueto y contundente.

Chávez Jr., se sabe, hace lo que le da la gana en lo previo a sus combates.

Freddie Roach dio un dato duro en serio.

JC Chávez Jr., entre aplazamientos y negativas a entrenar, hizo 36 asaltos de preparación en las cuentas de Roach.

Lo de siempre, con Pacquiao y otros de sus campeones son 80 asaltos.

El mismo excampeón tuvo su propia versión.

“Estuve muy amarrado, me solté muy tarde, pudo ser debilidad por bajar el peso en poco tiempo”, admitió. “Tuve que bajar 35 libras”, confesó.

Entre unas y otras, se entiende que haya dado ventajas, pero eso explica sólo una parte de la derrota porque Martínez confirmó que es el mejor peso mediano de la actualidad.

Ahora, y mientras Chávez se cura de los golpes y Martínez se toma un descanso, ya se habla de negocios grandes.

“Si Chávez quiere le doy la revancha mañana mismo si es preciso”, dijo el argentino.

Luego, y como Chávez reclamó que sí quiere un capítulo II contra “Maravilla”, entonces ya se cocina ese segundo duelo, quizá para el 5 de mayo de 2013.

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