Después de la elección

A los latinos solo nos faltan líderes con carisma y capacidad para encauzar nuestras demandas de votantes

Burbujas

Obama fue reelecto y… no cambio nada. El Senado sigue controlado por los Demócratas y la Cámara de Representantes por los Republicanos.

Esperamos que el Congreso se dedique a legislar y se deje de politiquerías. Es correcto que la mayoría intente imponer su criterio, pero no por ser mayoría, sino con razonamientos. Es cierto que una orquesta debe tocar al ritmo de un director, pero el de la flauta tiene derecho a ser oído también.

Los únicos momentos democráticos y decentes de toda la campaña fueron los minutos de los dos discursos, el de Romney de aceptación de su derrota y el de Obama de agradecimiento a los votantes que le dieron el triunfo.

Por mi parte –¡Ufff!— sobreviví la catarata de anuncios negativos, las mentiras políticas y las promesas incumplibles de las últimas semanas, culminación de meses de lo mismo.

Aunque el pueblo de los Estados Unidos esté, políticamente en dos campos con mas o menos la misma cantidad de votantes, el presidente es Obama y hay que desearle que tenga éxito.

Y al hablar de conciliación no me refiero a que todos pensemos igual, sino a que no nos moleste que otros piensen distinto y que podamos tender un puente para hacer de distintos criterios uno que sea conveniente para la buena marcha del país que actualmente esta atascado en el lodo del partidismo.

Ya lo he vivido en varias elecciones presidenciales y sigo sin entender por qué, en el caso de los presidentes, no se usa el sistema de “un ciudadano, un voto” y por que se revuelve con tantas otras cosas que hacen el votar complicado.

En la mayor democracia del mundo los ciudadanos no tienen el voto directo para elegir a su presidente. A mi me parece una incongruencia y se presta, como ya ha pasado, a que el presidente electo haya obtenido menos votos que el candidato derrotado.

Yo soy independiente y respetuoso de los procedimientos. Así como yo, hay un estimado 20% de la población, y dado a que el resto se divide, más o menos, en cantidades iguales, son los independientes los que definimos las elecciones ; y en este grupo está el importante voto latino que, por esta vez, se hizo notar.

Las mujeres han jugado un papel importante en los resultados en este mundo de machismo desvelado.

A los latinos solo nos faltan líderes con carisma y capacidad para encauzar nuestras demandas de votantes. Debe haberlos, pero ¿dónde están?

¿Y cuales son esas demandas?

*Empleos y capacitación para ocuparlos. De las minorías la latina tiene el índice de desempleo mas alto.

* Educación a bajo costo en las escuelas superiores para nuestros hijos.

* Migración.

Esta es la situación más complicada de todas, por las distintas facetas que impiden un arreglo fácil.

En primer lugar hay que dejar constancia que los millones de latinos que votaron no tienen problema migratorio; son ciudadanos.

Los residentes legales, tampoco lo tienen y tras cinco años de serlo, si no han cometido un crimen (Aquí llaman crimen hasta una violación de tránsito) pueden solicitar la ciudadanía.

Nos queda la seria preocupación, por solidaridad humana, de esos millones que están en el país sin documentos y aun ahí hay que hacer segmentaciones. Habría que empezar por los jóvenes, todos esos que fueron traídos a este país por sus padres, quo no han violado ninguna ley, que viven aquí, que no conocen más patria que esta. A esos jóvenes niños no solo hay que protegerlos de una deportación, sino darles de inmediato la residencia permanente y un camino abierto y fácil a la ciudadanía. Ya una vez el Congreso Republicano se los negó, espero que esta vez, salga de ellos.

El otro aspecto son los adultos que violando la ley entraron al país. A esos los clasificaría por años que tienen aquí y su comportamiento social, si tienen hijos aquí, si estos están estudiando y les daría una residencia con una penalidad como castigo por haber violado la ley.

Y nada de esto funciona si no se acaba con las mafias del tráfico humano en la frontera, basadas en la corrupción existente en ambos lados.

Como puede verse, hacer una reforma migratoria es complicada… pero hay que proceder.

Y los mexicanos no nos medimos. En una cena en Houston el pasado día 7 escuche estos comentarios: ¡Que bueno que perdió Romney sería tan malo como Bush (eso es imposible). Otro dijo: ¡Este negrito nos lleva directo al comunismo! (Eso también es imposible) y un tercero dijo: ¡Yo estoy feliz porque el Chicharito está metiendo muchos goles!

¡Vaya pues…

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