Galácticos son:¡Bicampeones!

Once angelino vence al Dynamo y le da una alegre despedida a 'Becks'

El último capítulo de la película de David Beckham en Hollywood no pudo tener un mejor final: Galaxy venció 3-1 al Dynamo de Houston y se coronó campeón en la final de la MLS, ayer en el Home Depot Center.

La ceremonia previa al partido fue espectacular, al igual que el clima soleado y cielo despejado que cobijó al inmueble de Carson.

Cuatro inmensos globos blancos fueron lanzados al aire y mientras tomaban altura las enormes banderas del Galaxy, el Dynamo y la MLS aparecieron en el centro del terreno de juego.

En la pantalla gigante del estadio, las imágenes de las 16 ediciones anteriores de la final de la MLS hicieron sentir al público que el encuentro de ayer no era un juego cualquiera, que no había mañana, que el Galaxy y el Dynamo debían salir a darlo todo.

Con esa emoción en el ambiente, el árbitro del partido, Silviu Petrescu, dio el silbatazo inicial para dar paso a las acciones de lo que fue la revancha de la final de la campaña pasada, efectuada también en el Home Depot Center.

Los primeros minutos del encuentro fueron controlados por el Dynamo, que estuvo apoyado por unos mil fanáticos que hicieron el viaje de Houston al sur de California.

La posesión de balón de la escuadra anaranjada acorraló al Galaxy en su propio terreno.

Los embates conducidos por Brad Davis hicieron que Houston tomara la iniciativa aunque el equipo local logró nivelar poco a poco la balanza.

Al 12′ el Galaxy perdió una gran oportunidad de abrir el marcador cuando Beckham lanzó un pase de 30 metros a los pies de Robbie Keane, quien por el lado izquierdo se internó al área enemiga.

El irlandés mandó un centro a los pies de Landon Donovan, quien estando solo frente al portero de Houston tiró la pelota a un costado de la cabaña defendida por Tally Hall.

La incredulidad de los seguidores del Galaxy al ver la falla de su capitán se resumió en un agónico: ‘¡aaahhh!’.

La respuesta de Houston se dio al 25′ cuando Kofi Sarkodie, un lateral tirado al ataque, se sacudió la marca de su defensor para meterse al área del Galaxy y ejecutar un disparo que fue desviado por el cancerbero del cuadro local, Josh Saunders.

Cuando parecía que el primer tiempo terminaría sin goles se presentó la anotación de Houston.

Un pase largo de Adam Moffat encontró a Calen Carr, quien en primera instancia parecía estar en fuera de lugar, pero el árbitro dejó seguir la jugada.

Carr entró solo al área del Galaxy y batió a Saunders para darle al Dynamo la ventaja en el marcador, al 44′, ante las airadas protestas de los jugadores de Los Ángeles.

Repeticiones en los monitores del estadio mostraron que la decisión del árbitro y su asistente de línea fue la correcta al no existir posición adelantada de parte de Carr.

Al inicio del segundo tiempo, al 48′, Keane metió la pelota al fondo de las redes con un potente disparo pero su gol fue anulado por estar en fuera de lugar.

La jugada del irlandés fue presagio de lo que estaba por venir con un Galaxy convertido en una verdadera avalancha blanca.

En el 60′, la escuadra angelina empató en un tiro de esquina que Beckham cobró en corto para Sean Franklin.

Fuera del área, Franklin cedió el balón a Juninho, quien lanzó un centro que fue cabeceado por Omar González para batir la estirada del arquero Tally Hall.

González celebró al anotar el gol y también después del duelo al ser nombrado el Jugador Más Valioso del partido.

Ya con el empate en la bolsa, el estadio se volvió un manicomio con los gritos de apoyo de 29,500 aficionados que presentían tener el bicampeonato cerca.

La locura estalló cuando Mike Magee remató de media tijera un centro al área, la pelota pegó en la mano del jugador de Houston, Ricardo Clark, y el árbitro no dudó en decretar la pena máxima que fue bien cobrada por Donovan al 65´.

El bicampeonato del Galaxy lo selló Keane quien al 94’se escapó hasta el área de Houston en donde el arquero visitante metió las manos a los pies del delantero para que el nazareno marcara el penalti que el mismo irlandés se encargó de convertir.

Envuelto en dos grandes banderas, una de la Gran Bretaña y otra de Estados Unidos, y con música de The Briggs rompiendo el silencio de Carson, Beckham levantó la copa de la MLS en medio de una lluvia de confeti dorado.

Un minuto antes de que terminara el encuentro, el entrenador del Galaxy, Bruce Arena, hizo salir a Beckham en cambio para que el astro inglés recibiera una ovación de pie por parte de los 30, 510 aficionados que impusieron récord de entrada en el Home Depot Center.

La de ayer fue una victoria histórica para Arena al convertirse en el primer entrenador en la historia de la MLS en ganar dos bicampeonatos con diferentes equipos: el primero en las temporadas 1996 y 1997 con el D.C United y en el 2011-2012 con el Galaxy.

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