EEOC llega a acuerdo en juicio de discriminación contra Dillard
La cadena nacional Dillard deberá pagar $ 2,000,000 a sus empleados
La cadena nacional de ropa Dillard aceptó pagar 2,000,000 de dólares, como parte de un acuerdo con la Comisión de Oportunidades de Trabajo EEOC por un juicio de clase.
La demanda fue presentada en 2008 por los empleados de la compañía basada en Little Rock, Arkansas, alegando que Dillard había violado la ley de Americanos con Discapacidades al exigirles que revelen información médica confidencial, para justificar licencias por enfermedad.
Al regresar de su licencia médica, Corina Scott, una empleada de la sucursal de Dillard de El Centro, presentó una carta del médico que decía que había estado enferma, pero no especificaba de qué. Su supervisora le dijo que su médico debía revelar qué enfermedad había tenido, lo cual es considerado información confidencial. Al negarse a hacerlo, Scott fue despedida.
“Pedir una carta del doctor, es aceptable; pero revelar el tipo de enfermedad, no lo es”, explicó Anna Park, abogada regional de EEOC. Ya sea cáncer, enfermedades ginecológicas o cualquier otro problema de salud, los empleados no tienen que revelar su información personal si eligen no hacerlo.
Al ser despedida, la empleada presentó su caso a EEOC, que luego de una investigación, descubrió que existían 75 casos similares en la misma tienda y otros a nivel nacional. En una tienda de Dillard de Las Vegas, EEOC descubrió que la compañía había violado la ley de Americanos con Discapacidades al automáticamente despedir a un empleado, por pasarse los 90 días de licencia por enfermedad.
“Muchas empresas tienen la política de licencia máxima, que no permite que los empleados se tomen más de 90 días, pero dicha política también es discriminatoria, y el empleador debe encontrar la manera de acomodar la situación del empleado, en lugar de despedirlo”, señaló la abogada.
Tom Lepak, otro de los abogados de la comisión dijo que no era común que los empleados denuncien a sus empleadores, ya sea por no conocer sus derechos o por temor a perder el trabajo y que gracias a Scott, habían podido detener la práctica discriminatoria de la cadena de ropa.