Pilar Álvarez es una latina emprendedora

Pilar Álvarez dejó su natal Monterrey y decidió cruzar 'a la brava' la frontera en busca de un futuro mejor

Pilar Álvarez de regreso en el departamento de ventas de El Mensajero.

Pilar Álvarez de regreso en el departamento de ventas de El Mensajero. Crédito: Claudia Guzmán / El Mensajero

SAN FRANCISCO.— Pilar Álvarez no es una de esas mujeres que se queda esperando en casa a que la suerte le cambie, sino que es capaz de arriesgarlo todo para buscar un mejor futuro. Eso fue exactamente lo que hizo a los 18 años, en 1989, cuando dejó su natal Monterrey y decidió cruzar “a la brava” la frontera entre México y Estados Unidos.

“Me vine con la esperanza de trabajar para ayudarle a mi mamá a salir adelante y terminar mi carrera de periodismo”, narró Pilar, quien hace unos días regresó a laborar a El Mensajero, luego de probar fortuna durante un año en Telemundo 48.

“Crucé sin papeles, me vine de ‘mojada’ como mucha gente”, explicó esta mexicana, convertida en ciudadana estadounidense años después. Pilar recuerda muy bien la noche que cruzó la frontera. “Fue toda una travesía, una experiencia que la verdad voy a llevar conmigo siempre”.

Ella cuenta que la razón principal por la que decidió dejar su adorada ciudad de Monterrey fue la mala economía por la que atravesaba su familia. Su padrastro se había quedado sin trabajo en una fundidora. Y después de meditarlo, Pilar le avisó a su madre lo que haría.

“Yo la verdad, no con mucho permiso de mi mamá vine”, admitió.

“Hasta ahora todavía me lo canta [mi madre]. ‘Te acuerdas cuando me dijiste: yo ya tengo 18 años, sé lo que hago, es mi vida y me me voy con o sin tu permiso’. Yo no me acuerdo, pero según mi madre, así lo dije cuando me fui”.

Antes de partir de Monterrey, Nuevo León, Pilar soñaba con ser una gran periodista y cambiar a México. Sin embargo, las necesidades económicas de ella y su familia la hicieron emigrar hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.

“Dejé a mi familia en un momento muy difícil porque yo era el brazo derecho de mi madre”, expresó Pilar, a quien no se le olvida la tristeza que sintió el día que se fue de México. “Tenía un nudo en la garganta, pero no quise llorar para que no me vieran”.

En camino a San Francisco

Pilar cruzó la frontera de noche, “no sé realmente dónde era porque todo estaba muy oscuro”, admitió. De lo que sí se acuerda es que en un momento escuchó balazos, y que recién al tercer intento logró llegar a Estados Unidos. Con dinero que le prestaron unas amistades pagó entre mil y dos mil dólares a un coyote, quien primero la llevó a San Diego y después a Los Ángeles. Más tarde, ella sola llegó a San Francisco.

Los riesgos que enfrentó para poder pasar la frontera valieron la pena, porque si bien no se convirtió en la periodista que soñaba, su vida profesional la ha llevado a trabajar en algunos de los medios de comunicación de habla hispana más importantes del Área de la Bahía, tanto en ventas como en la parte periodística.

Antes de regresar por segunda vez a El Mensajero, Pilar trabajó para Telemundo 48, y previamente, para Univision Radio.

¿Cómo te sientes de haber regresado a El Mensajero?, le preguntamos a ‘Pili’, ya asentada de nuevo en el departamento de ventas y con un título que suena más importante: Multicultural Advertising Consultant (Asesora multicultural de ventas publicitarias).

“Me siento contenta de estar nuevamente con los compañeros que tanto me han apoyado. Con la hermandad que yo me siento cuando estoy con El Mensajero. Con mis amigos. No solamente son compañeros de trabajo, sino buenos amigos”, expresó. ‘Pili’ confesó que también extrañaba la cercanía que había establecido con sus clientes, y el respaldo que éstos le brindaron durante años.

El secreto del éxito

En cuanto al secreto del éxito que ha tenido como vendedora de publicidad en El Mensajero, dijo que ella cree que es porque “tiene mucha facilidad de palabra” y además porque trabajó diez años de mesera. Eso me hizo estar en contacto “con muchísimos clientes”, agregó, y soltó una carcajada.

“Yo pienso que es la facilidad de palabra, la forma de ser mía. Soy bien amiguera. Yo platico con todo el mundo. Si voy a estar en una parada de autobús y tengo que esperar una hora y veo una señora al lado mío o un señor, yo les empiezo a sacar plática. No es difícil para mí entablar una conversación con alguien”.

Según Pilar, para ella no es tan complicado tratar de convencer a un cliente para que se anuncie en El Mensajero porque cree en el producto.

“Yo siempre he creído en El Mensajero y es lo que ha hecho mi trabajo súper fácil, porque creer es poder y poder es hacer las cosas”, afirmó.

Para cerrar la entrevista Pilar nos dijo cuál considera que es la razón por la que El Mensajero es un producto editorial más fácil de vender que otros. “La llave de todo trabajo publicitario ya sea en periódico, radio o en televisión, es la calidad del contenido. El contenido editorial es lo que nos abre las puertas para que nosotros podamos serles útiles a los clientes que quieren invertir con nosotros. Sin la calidad editorial, el periódico no existiera, ni hubiera ventas”, finalizó Pilar.

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