Distritos escolares en CA no podrán cobrar por materiales

Está en vigor ley que les impide cobrar a los estudiantes por materiales y demás

Las escuelas no pueden pedir a los estudiantes dinero para libros o   actividades.
Las escuelas no pueden pedir a los estudiantes dinero para libros o actividades.
Foto: La Opinion J. Emilio Flores

SACRAMENTO.- Una nueva ley que impide que los distritos escolares pidan dinero a los padres de familias para libros, uniformes, y otros servicios educativos resolvió el problema de la segregación de los estudiantes que no podían pagar, pero metió en aprietos financieros a algunos distritos.

“Va a ver un impacto sobre todo para los clubes que impulsan el arte y los deportes (booster clubs en inglés); y los encargados van a tener que encontrar el dinero para sus uniformes, vestuario, transporte, torneos y competencias”, dijo Emilio Urioste, director de Educación Secundaria del Distrito Escolar Unificado de Burbank.

Observó que los recursos que reciben del fondo general del estado no son suficientes y se necesita mucho para pagar los viajes del coro y otros grupos artísticos y deportivos. Aunque reconoció que “la nueva ley es un beneficio que aclara el asunto de las cuotas y hemos dado entrenamiento a todos”.

Laurie Weidner, portavoz de la Asociación de Distritos Escolares de California (CSBA) hizo ver que la proposición 30 aprobada por los votantes en noviembre pasado y que aumentó impuestos a las ventas y a los más ricos para apoyar la educación, podría amortiguar la pérdida de las cuotas

En enero pasado entró en vigor, una ley del senador demócrata de Long Beach Ricardo Lara que establece un mecanismo para que los padres y estudiantes puedan quejarse ante el director de la escuela, cuando se pidan cuotas como condición para una actividad educativa.

“Todas las escuelas públicas en California, incluyendo las chárter y y alternativas tuvieron que tener en vigor dicho mecanismo de queja a partir del 1 de marzo”, dijo Brooks Allen, director de defensa de educación de la Fundación de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) para el Sur de California.

La nueva ley fue el resultado de una demanda de ACLU contra el estado, tras una investigación que arrojó que al menos 40 distritos escolares segregaban a estudiantes que no podían pagar las cuotas.

La maestra de Jason Roe, un nombre ficticio usado para proteger al estudiante, lo hizo sentir mal cuando en frente de todo el grupo en su salón de clases, hizo público que no había podido comprar su libro de Ciencias.

La madre del menor dijo que incluso trató que le dejaran sacar copias de un libro de inglés, pero el consejero de la escuela le respondió que eso no era una opción.

Debido a la confusión entre los padres acerca de lo qué es válido o no, en un memorándm enviado por la superintendente sustituta de educación, Jeannie Oropeza , se establece que las escuelas no pueden pedir a los estudiantes que compren uniformes para el gimnasio o por actividades extracurriculares. Tampoco pueden ofrecer créditos o privilegios extras a cambio de dinero o donativos de bienes y servicios.

Pam Slater, portavoz del Departamento de Educación dijo que cualquier contribución monetaria para materiales o servicios debe ser voluntaria.