El estadio Maracaná abre sus puertas y Río de Janeiro hierve en inversiones
La jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff, encabezó hoy la reapertura del estadio Maracaná en la ciudad de Río de Janeiro, que es objeto de fuertes inversiones en infraestructuras de cara al Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. El estadio Maracaná de Río de Janeiro, que aún precisa de retoques antes de ser sede del Mundial del 2014, se inauguró hoy con una lluvia de goles en un partido entre "amigos" de Ronaldo y Bebeto, que acabó 8-5 para el equipo del primero. El nuevo estadio Maracaná de Río de Janeiro, que acogerá las finales de la Copa Confederaciones y del Mundial'2014, abrió sus puertas hoy para un partido amistoso al que asistió la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff.
Río de Janeiro, 27 abr (EFE).- La jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff, encabezó hoy la reapertura del estadio Maracaná en la ciudad de Río de Janeiro, que es objeto de fuertes inversiones en infraestructuras de cara al Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Río de Janeiro, 27 abr (EFE).- El estadio Maracaná de Río de Janeiro, que aún precisa de retoques antes de ser sede del Mundial del 2014, se inauguró hoy con una lluvia de goles en un partido entre “amigos” de Ronaldo y Bebeto, que acabó 8-5 para el equipo del primero.
Río de Janeiro, 26 abr (EFE).- El nuevo estadio Maracaná de Río de Janeiro, que acogerá las finales de la Copa Confederaciones y del Mundial’2014, abrió sus puertas hoy para un partido amistoso al que asistió la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff.
El emblemático estadio es la joya de la corona de esos vastos proyectos de inversión, muchos diseñados en beneficio de las favelas que trepan por las colinas que rodean la ciudad y que en su mayoría aún carece de los servicios básicos más elementales.
Ronaldo marcó dos goles, uno después de un brillante regate marca de la casa, Bebeto convirtió un penalti al final del partido y quedó con un balance peor que su propio hijo, Mattheus, que hizo dos tantos.
Fue un acto sin discursos, al que la presidenta llegó junto a su antecesor y mentor político Luiz Inácio Lula da Silva, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, quienes junto con las tribunas ovacionaron al obrero Antonio Pereira, uno de los que trabajó en las obras y fue escogido para dar el puntapié inicial.
Fue un acto sin discursos, al que la presidenta llegó junto a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, y el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y que fue considerado sólo como una “prueba festiva”, pues la inauguración oficial será el próximo 2 de junio, con un amistoso entre las selecciones de Brasil e Inglaterra.
El primer gol del renovado estadio fue un remate de cabeza de Washington, del equipo de Bebeto y exjugador de equipos como el Fluminense, Sao Paulo y Atlético Paranaense.
Según las autoridades de Río de Janeiro, el acto y el partido fueron una “fiesta” para celebrar la conclusión de las obras, pero la inauguración oficial del nuevo Maracaná quedará pendiente para el 2 de junio, cuando Brasil recibirá a Inglaterra para un amistoso.
El nuevo estadio, cuyas obras comenzaron en agosto de 2010, costó 808,4 millones de reales (unos 404 millones de dólares) y es el inicio de un proyecto que remozará el barrio del mismo nombre y otros adyacentes, que estuvieron abandonados durante décadas.
Apodado ‘Corazón Valiente’ por convertirse en el máximo goleador de la Liga brasileña en 2004 después de haberse sometido a una operación cardíaca, Washington se tocó el pecho con el puño y después se arrodilló para besar el césped.
La ceremonia incluyó la presentación de vídeos sobre la historia del estadio y las obras desarrolladas en los últimos tres años, así como de populares cantantes de samba que entonaron algunos de los himnos de las hinchadas cariocas.
Según los planes oficiales, ahora faltan obras en el entorno del Maracaná que atenderán toda la zona y cuyo costo ha sido calculado en otros 564 millones de reales (282 millones de dólares).
Al carrusel de goles tampoco faltaron el exjugador del Barcelona Giovanni, autor de dos tantos, o el exdelantero del Deportivo de La Coruña Djalminha, así como Roger o Edilson.
Inmediatamente después, en medio de impactantes juegos de luces, el estadio recibió nuevamente al fútbol para el primer partido sobre el nuevo césped, entre equipos de “amigos” de Ronaldo y Bebeto, dos de las grandes glorias del fútbol brasileño.
El secretario municipal de Obras Públicas, Alexandre Pinto, dijo hoy que parte de esas obras estarán dirigidas a concluir todos los accesos al Maracaná, lo cual implica intervenciones en una estación de metro vecina al estadio.
Ambos equipos estaban nutridos de futbolistas de la liga española y en especial, del Deportivo de La Coruña, que estaba representado por Bebeto, Djalminha, Donato y Mauro Silva.
Además de Rousseff y otras autoridades estuvieron en las tribunas los 8.000 obreros que trabajaron en la construcción y sus familias, que se confundieron en un público calculado en 27.500 personas.
Asimismo, abarcan las aceras en un perímetro de varias manzanas a la redonda, trabajos de jardinería y drenajes, una pasarela peatonal que unirá el estadio a un parque cercano y obras para desviar el río Joana, que corre a unos 700 metros del Maracaná.
A estos se sumaban el propio Ronaldo (Real Madrid y Barcelona) y Giovanni, autor de dos goles, quien jugó en el equipo catalán.
La capacidad total del estadio es ahora de 78.838 espectadores, pero será reducida a 76.935 en competiciones de la FIFA, y hoy sólo fue utilizada en cerca de un 30 por ciento, por tratarse de una primera prueba de las instalaciones.
“El estadio es importante, pero es parte de un gran proyecto de revitalización de todo el barrio Maracaná” y de otros aledaños, dijo Pinto, quien garantizó que todos esos proyectos estarán listos para mediados del año próximo, cuando se disputará el Mundial de fútbol.
Los 27.500 espectadores, entre obreros que participaron en la construcción del Maracaná y sus parientes, aplaudieron calurosamente a Ronaldo, Bebeto y principalmente, los futbolistas en activo y retirados del Flamengo, el equipo más popular de Brasil.
Las obras en el templo del fútbol brasileño comenzaron en agosto de 2010 y, según las cifras más recientes divulgadas este mes por el Gobierno brasileño, han costado 808,4 millones de reales (unos 404 millones de dólares).
Si bien es la más visible de todas las obras y la que más luce de cara al Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, el Maracaná es apenas una pieza del programa de inversiones que se ha volcado sobre Río de Janeiro, en buena medida gracias a esos grandes eventos deportivos que recibirá la ciudad.
Los hinchas del Flamengo se hicieron notar durante todo el partido con sus cánticos y con algunos silbidos a jugadores de equipos rivales cuando se anunciaron las alineaciones.
El Maracaná es el quinto estadio mundialista concluido y ha sido reabierto con cuatro meses de retraso respecto al calendario de la FIFA, que esperaba contar para diciembre pasado con las seis sedes de la Copa Confederaciones, que comenzará el 15 de junio en Brasilia, cuyo estadio será entregado el próximo 18 de mayo.
El gobernador Cabral ratificó que el próximo paso será la construcción y mejora de infraestructuras en las comunidades de Lins, Rocinha y Jacarezinho, incluidas en un plan de inversiones por 2.600 millones de reales (unos 1.300 millones de dólares) que será oficializado en los próximos días.
También abuchearon, durante la interpretación del himno brasileño, a la cantante Fernanda Abreu, porque estaba vestida con la indumentaria del Vasco da Gama, rival del equipo rojinegro.
En el caso del Maracaná, los atrasos se debieron a varias huelgas por mejorías en las condiciones laborales y a problemas dentro del consorcio integrado por las constructoras Andrade Gutiérrez y Odebrecht y una tercera socia, Delta, que abandonó las obras en 2012 en medio de un escándalo de corrupción.
De ese total, cerca de 600 millones de reales (300 millones de dólares) serán destinados a Jacarezinho, la cuna del exfutbolista y actual diputado Romario Souza Faria, quien no estuvo presente en el partido inaugural del Maracaná, que disputaron antiguos astros del fútbol brasileño como Ronaldo y Bebeto.
La ceremonia de apertura, que contó con la presencia de la jefa de Estado, Dilma Rousseff, y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, comenzó con la exhibición de imágenes históricas del legendario estadio, que fueron proyectadas sobre una tela blanca extendida sobre una de las tribunas laterales.
El proyecto ha vivido también protestas constantes de indígenas y grupos sociales que se oponen a la demolición de varios edificios aledaños para la construcción de un estacionamiento que deberá ser concluido a tiempo para el Mundial del año próximo.
Los planes inmediatos en ese barrio de unos 40.000 habitantes, en su mayoría de bajísimos recursos, apuntan a la construcción de 2.240 viviendas para personas que viven en laderas de montañas en las que existen riesgos de deslizamientos y deben ser reubicadas, explicó Cabral.
Después actuaron los artistas brasileños Martinho da Vila, Preta Gil y Neguinho da Beija-Flor, que interpretaron, medio en ‘play-back’ medio cantando, temas tradicionales relacionados con el fútbol como ‘Domingo eu vou ao Maracanã’, ‘Cidade Maravilhosa’ o ‘Aquele Abraço’.
La remodelación ha hecho del Maracaná uno de los estadios más modernos del mundo pero disgustó a los nostálgicos, puesto que solo se conservó intacta la fachada original del coliseo, que albergó a 200.000 espectadores en la final del Mundial de 1950.
Todo esto se suma a una multiplicidad de obras que ya están en marcha para los Juegos Olímpicos de 2016 y a fuertes inversiones previstas en el área de hidrocarburos, que en Río de Janeiro ha cobrado un interés especial tras el hallazgo de una inmensa riqueza petrolera en aguas profundas del litoral de ese estado.
El cantante Naldo presentó una versión de su tema “Amor de Chocolate”, una de las canciones más de moda actualmente en Brasil, con una letra adaptada al tema futbolístico y después puso a prueba sus dotes deportivas jugando unos minutos con el equipo de Ronaldo.
Los dos antiguos pisos de gradas ovaladas cedieron su lugar a una tribuna continua, más cercana al césped y sin puntos ciegos.
El himno brasileño, acompañado con violines y una batería, fue interpretado por Sandra de Sá, Fernanda Abreu, Ivan Lins y Eduardo Dusek, cada uno vestido con la camiseta de los equipos de la ciudad: Flamengo, Vasco da Gama, Fluminense y Botafogo.
El estadio cuenta a partir de ahora con 60 bares, 231 aseos, 78 altavoces, 360 cámaras de seguridad, cuatro pantallas gigantes de 98 metros cuadrados cada una y aire acondicionado en una zona de 36.000 metros cuadrados, que incluye 110 palcos para invitados especiales.
El saque de honor corrió a cargo del primer obrero de la reforma, Antonio Pereira da Silva, un privilegio que en el resto de estadios del Mundial había correspondido a Rousseff.
El césped es nuevo, del tipo “bermuda celebration”, resistente a cambios de temperatura, que fue cultivado desde el pasado octubre en un vivero de la ciudad de Saquarema y trasladado a Río en 360 piezas de 18 metros de largo por 1,2 de ancho.
Durante el partido, dos jóvenes hicieron una protesta y desplegaron un cartel en la grada reservada a la prensa con la leyenda “no a la privatización y a las demoliciones”, en alusión a la concesión de la gestión del estadio a un consorcio y al derribo de unos edificios aledaños, que darán lugar a un estacionamiento.
El sistema de drenaje también fue mejorado y ahora podrá aguantar trombas de agua de 230 milímetros de lluvia por hora, una cifra que dobla los volúmenes normales de precipitación de los meses más lluviosos en Río, diciembre y enero.
La inauguración oficial del Maracaná, con el aforo completo de 78.000 localidades, se cumplirá el 2 de junio con el amistoso Brasil-Inglaterra.
El estadio está prácticamente terminado. En la parte interna falta instalar las sillas y pupitres de la tribuna de prensa y en la externa, concluir la urbanización del entorno.