Repelen enmiendas que amenazan entorpecer la reforma

Grupo de los Ocho se apunta una 'pequeña victoria' en el primer día de debates

Una de las medidas proponía triplicar el tamaño de la Patrulla Fronteriza y cuadruplicar los fondos federales  a fin de vigilar la frontera con México.

Una de las medidas proponía triplicar el tamaño de la Patrulla Fronteriza y cuadruplicar los fondos federales a fin de vigilar la frontera con México. Crédito: AP

WASHINGTON, D.C. — Fue un avance considerable. Entre las 32 enmiendas relacionadas a la seguridad fronteriza que el Comité Judicial del Senado debatió ayer, se desestimaron solo cinco que amenazaban con limitar o extender el acceso al estatus de Inmigrante Provisional Registrado (RPI).

Las cinco enmiendas tenían en común, la intención de imponer nuevas herramientas para asegurar la frontera, dando pruebas de su efectividad, antes de acceder al estatus de RPI o la aplicación para una residencia permanente.

En especial, la enmienda de Ted Cruz (R-TX), habría cuadruplicado la infraestructura y tecnología, además de aumentar los agentes de la patrulla fronteriza a más de 60,000. También habría retrasado en 10 años el acceso al estatus de RPI.

También el comité, compuesto por 10 demócratas y ocho republicanos, rechazó por una votación 12-6, una enmienda del senador republicano por Iowa, Charles Grassley, que hubiese demorado la legalización de los indocumentados hasta que se certificara el control absoluto de la frontera sur por un período de al menos seis meses.

“Este fue un muy buen comienzo, la coalición en favor de la reforma se mantuvo. Los demócratas están unidos. Tal vez tengamos el apoyo del senador Orrin Hatch (R-UT)”, explicó Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice.

“Las propuestas que fueron aceptadas, no tocaron los elementos fundamentales de la reforma. Tengo mucha más confianza ahora”, agregó.

“Tengo mucha esperanza. Sabemos que tratarán de derrotar la reforma, pero tenemos fe. Nosotros estaremos aquí presionando”, dijo Berta, una de las integrantes de la organización “Dreamer’s Moms”, quienes vestidas de azul y con una rosa en sus manos, viajaron especialmente a escuchar la audiencia.

El grupo de Berta, estudiantes y miembros de organizaciones pro inmigrantes habían iniciado con oraciones y abrazos la jornada de discusión sobre la reforma migratoria, en el salón 216 del edificio Hart.

En total, los 18 legisladores aprobaron 21 enmiendas, ocho de las cuales habían sido propuestas por republicanos.

Tras la jornada de ayer, el comité judicial se volverá a reunir el martes, para continuar con el resto del plan.

Desde el inicio de la primera de varias sesiones este mes para enmendar la iniciativa de 844 páginas, tanto demócratas como republicanos reflejaron sus fisuras ideológicas en torno a quiénes y cuántos indocumentados podrían legalizarse.

El senador Grassley afirmó que la legislación “se queda corta” y advirtió de que el Congreso debe evitar “los errores” de la amnistía de 1986, mientras que Charles Schumer (D-NY) insistió en que se trata de una iniciativa “justa” que mejorará “drásticamente” la economía.

Además Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité y autor de otras 76 enmiendas, tampoco quiere que los indocumentados en proceso de deportación puedan solicitar la residencia permanente.

El proyecto de ley incluye capítulos que incorporan una vía para la legalización y eventual ciudadanía de los 11 millones de indocumentados en EE.UU. en un plazo de 13 años; el reforzamiento de la seguridad fronteriza; sanciones para empresas que contraten a indocumentados, y cambios al sistema de visas.

Aunque no todas las 301 enmiendas serán sometidas a voto, los activistas esperan que el Comité tome en cuenta solo aquellas que mejoren la iniciativa con bisturí y no la debiliten con un hacha.

—Con servicios noticiosos

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