Cadena perpetua a parricida

El asesino de su propia madre practicaba un culto satánico

Moisés Meraz-Espinoza.

Moisés Meraz-Espinoza. Crédito: AP

Un joven de 21 años que residía en la ciudad de Maywood, al sur de Los Ángeles, fue sentenciado ayer a cadena perpetua por el asesinato y desmembramiento de su madre.

Durante el juicio, la fiscalía alegó que Moisés Meraz Espinoza era seguidor de un culto satánico y la investigación demostró que el 2 febrero 2011, luego de asfixiar a su madre, la despellejó, le sacó los órganos y la descuartizó.

Partes del cuerpo de la madre, Amelia Espinoza, de 42 años, fueron encontrados en un congelador en el apartamento que el asesino compartía con su progenitora.

Al pronunciar la sentencia, el juez Thomas McKnew Jr., de la Corte Superior de Los Ángeles se refirió al caso como uno de los más “repugnantes, horribles y vulgares” de toda su vida profesional, de cerca de 50 años.

Alrededor de una semana después del crimen, Meraz Espinoza se presentó en la estación de Policía de Huntington Park, al sur de Los Ángeles, e informó a los oficiales de que había asesinado a su madre y colocado su cuerpo en un congelador.

Los investigadores encontraron en el apartamento un libro satánico que incluía un capítulo sobre un sacrificio humano.

Un jurado de la Corte Superior de Norwalk necesitó poco más de un día para declarar culpable de asesinato en primer grado a Meraz Espinosa, que fue sentenciado a cadena perpetua con la posibilidad de libertad condicional después de 25 años.

Parte de los argumentos de la fiscalía al acusar al joven de satanismo fue destacar que el crimen ocurrió el 2 febrero, fecha en que se celebra una fiesta satánica que incluye sacrificios de animales y/o humanos.

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