Hollywood Bowl ofrece tres citas con ‘Chicago’

Brooke Shields debuta como directora escénica con una adaptación del musical de Bob Fosse, Chicago, que cuenta con un reparto de envergadura y que se representará este fin de semana

Stephen Moyer, Lucy Lawless, Ashley Simpson, Samantha Barks y Drew Carey destacan en el musical Chicago.

Stephen Moyer, Lucy Lawless, Ashley Simpson, Samantha Barks y Drew Carey destacan en el musical Chicago. Crédito: Suministrada

El gimnasio de la Iglesia Metodista de Hollywood, en Franklin con Highland, pocas veces ha visto un instante como éste: un puñado de bailarines, actores y cantantes entonando uno de los temas clásicos de Broadway.

Se trata de All That Jazz, la canción quizás más popular del musical Chicago, de John Kander, Fred Ebb y, por supuesto, Bob Fosse.

La semana pasada La Opinión fue el único medio latino que tuvo ocasión de asistir a los ensayos de la versión que este viernes debutará en el Hollywood Bowl y que, por tres noches consecutivas, traerá melodías como Cell Block Tango, When You Are Good to Mama o Razzle Dazzle bajo las estrellas de anfiteatro.

Este Chicago cuenta con la dirección escénica de la actriz Brooke Shields (Suddenly Susan, The Blue Lagoon), quien protagonizó el musical en Nueva York y Londres, y que por primera vez ejerce tal función —aunque lo hace acompañada de veteranos de la producción, como el conductor Rob Fisher—.

Además, se ha rodeado de una ecléctica selección de actores, liderados por la también cantante Ashley Simpson, Samantha Barks (Les Miserables), Lucy Lawless (Xena, The Warrior Princess), Drew Carey (The Drew Carey Show) y Stephen Moyer (True Blood).

El musical —estrenado en 1975, repuesto con gran éxito en 1996 y adaptado al cine en 2002 en una cinta ganadora del Oscar protagonizada por Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger, Queen Latifah y Richard Gere— retrata con notable cinismo y crítica social el caso de Roxie Hart (Simpson), que es encarcelada tras matar a su amante. Una vez en prisión, entra en contacto con Velma Kelly (Banks), quien duda de su aparente inocencia, y “Mama” Morton (Lawless), que controla todo lo que sucede entre rejas. Y en medio de Hart y Kelly, Billy Flynn (Moyer), un abogado defensor que se las sabe todas.

“Es un comentario acerca de la sociedad que sigue siendo tan relevante hoy como cuando se escribió”, explicó a este diario Shields en un receso de los ensayos, que duraron solo diez días. “Es acerca de cómo adoramos a las celebridades, de la fama, del poder judicial… Es acerca de una mujer que dispara un tiro de aviso y termina en la cárcel”, prosigue citando el argumento del musical, inspirado en una obra teatral estrenada en 1926, y comparándolo con un caso reciente que tuvo lugar en Florida.

Es una obra que incomoda a mucha gente, pero que también resulta muy atractiva. Es el payaso que sonríe en apariencia pero llora en el interior. Pero todo con sentido del humor, porque el fin y al cabo [Chicago] es un circo de tres pistas en el que uno ríe un instante y llora al siguiente”.

A lo largo de la historia de Chicago, decenas de actores han dado vida a sus personajes: Chita Rivera, Gwen Vernon, Joel Grey, Usher, Patrick Swayze, Jerry Springer, Melanie Griffith y Sofía Vergara, son sólo algunos ejemplos.

“En el teatro musical, especialmente en estas obras que llevan tantos años, sí puedes admirar el trabajo de otros actores, pero al mismo tiempo debes hacer tuyo el personaje. Yo soy joven para el papel de Velma Kelly, así que debo usar eso a mi favor”, comentó Samantha Banks, quien recientemente destacó en la versión cinematográfica de Les Misérables y que en Chicago es Velma Kelly..

Quien tiene claro quién es su personaje es el inglés Stephen Moyer, de 43 años. “Billy Flynn es un tipo muy listo, que sabe cómo jugar con el sistema. Es un manipulador nato”, expresó a esta sección Moyer. “Y es un encanto. Hace que todo el mundo lo adore… Sólo he visto la película una vez, lo mismo que el musical. Así qué sigue siendo nuevo para mí, por lo que puedo hacer de personaje alguien mío”.

Para Lucy Lawless, el hecho de que Brooke Shields sea mujer no aporta un elemento distintivo a la producción. “No pienso que el sexo del director importe tanto”, aseguró a La Opinión. “Creo que depende simplemente de quién es el director y de lo que aporta. Brooke Shields aporta mucha experiencia y es muy académica, inteligente… Ha diseccionado el libreto de forma que una lo mira desde una perspectiva completamente nueva”.

En el caso de la texana Ashley Simpson, de 28 años, dar vida a Roxie Hart es una experiencia única y personal. “Roxie vive un viaje muy especial en su camino por ser una estrella. Hay algo en ella que me recuerda a mí, supongo, por eso parece que siempre termine regresando a ella”, reveló a La Opinión.

Para Barks, de 22 años y nacida en Gran Bretaña, replicar el éxito del musical en el Bowl depende de “la coreografía es Fosse, así que todo es minimalista. Hay que mantenerlo íntimo en un escenario que no lo es. Ése es el desafío principal”, mientras que Lawless, de 45 años y que sigue haciendo gala de su encantador acento neozelandés, la desventaja con la que cuentan es que en el anfiteatro “el público bebe, come… Se lo pasa tan bien, que nos veremos obligados a llamar su atención. Pero estamos preparados. Vamos a formar parte de la fiesta”.

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