Premios de la Calle fue una convención de sueños

Más que una ceremonia de reconocimientos, Premios de la Calle parecía una convención en donde los sueños estaban en venta.

Son los únicos premios en donde se reconoce al talento que todavía no es famoso pero que, quizá, con un poco de suerte, algún día logren ser como un Gerardo Ortíz, un Julión Álvarez o una agrupación como Voz de Mando que, en los cinco años que tiene de realizarse esta ceremonia, estuvieron ahí cuando muy pocos sabían de su existencia.

Ellos son el máximo ejemplo; de lo que con orgullo presume Ricardo Bobadilla, director general y uno de los fundadores de estos premios.

“Estos premios fueron creados para darle oportunidad al nuevo talento que está en la búsqueda de sus sueños y muchos de ellos lo han logrado”, dijo en entrevista previa.

El miércoles, el Quiet Cannon en Montebello, estaba a reventar de ese nuevo talento.

Todos los nominados de las 30 categorías —de las que no se dio una lista a la prensa porque no había— y algunos más, desfilaron por la alfombra roja. Era su momento.

Todos bien peinados, con sus mejores galas y felices de estar en un evento repleto de reporteros, de fotógrafos y camarógrafos de medios nacionales. Un escenario bien puesto para alimentar la ilusión.

Ese paseo por la alfombra parecía el sueño hecho realidad de muchos, porque quizá sea lo más grande que lleguen a pisar.

Pero la mayoría de la prensa esperaba a Julión Álvarez y a Gerardo Ortiz, las estrellas de la noche que nunca aparecieron. De Ortiz se dijo llegaría a cantar ya casi al finalizar la ceremonia. Álvarez simplemente no estaría. Pero tampoco llegaron Noel Torres, El Dasa o Kevin Ortiz, de quienes se anunció su presencia.

Aunque Premios de la Calle es para el talento desconocido, no tenía por qué carecer de organización, ni ser una falta de respeto para nadie.

Todo era un tumulto. Afuera, en la alfombra, y dentro, en el local. No había manera de llevar un conteo de las categorías. Los ganadores quedaron en el aire para la mayoría de la prensa. Sólo Del Records reportó más tarde que Luis Coronel, uno de sus talentos, había ganado dos premios. Del resto nada.

Algunos de los nominados ni siquiera sabían las categorías. “Estoy en dos nominaciones, en la 12 y en la 18, pero no me acuerdo cuáles son”, dijo uno de ellos.

Dentro del recinto había lugares donde no se podía caminar y en un momento eso provocó un caos —afortunadamente sin consecuencias graves—, tanto en la zona VIP como en el salón donde se realizaba el show. Y no era un evento gratis —casi para nadie—.

Premios de la Calle sí es una buena oferta para el nuevo talento, sobretodo para las disqueras, específicamente Del Records y Gerencia 360 —de los hermanos Del Villar que ahora parecen estar en plena competencia— para promover y aumentar la popularidad de sus artistas.

Lo más destacable de esta ceremonia fue el ánimo de los participantes.

Daniel Muñoz, “El Ausente”, un joven cantante de banda de Los Ángeles, tiene tres años de estar nominado; no ganó en ninguna categoría y no tiene disquera, pero esos “no” parecen traducirse en entusiasmo.

“Yo seguiré insistiendo, porque así es esta carrera. No me doy por vencido, estar nominado ya es un triunfo”, dice animoso. “Porque no estar nominado en Premios de la Calle es como si no existieras”.

Lo mismo dicen otros más, en su mayoría cantantes del género regional mexicano.

Los nombres iban y venían: Los Compitas, Los Nuevos Macías, Los Grillos del Norte —que hacían honor a su nombre con unos trajes color verde limón—, Tamarindo, Torres Musical o Banda Diamantes de Santa Cruz quienes mandaron hacer a México botas especiales, para caminar esta alfombra.

La llegada de Luis Coronel causó sensación. Es el nuevo talento que está promoviendo Del Records y que ya se hizo de una avalancha de fanáticas, sobre todo en las redes sociales.

También hicieron acto de presencia Regulo Caro y Don Pedro Rivera, que hasta las diez de la noche, eran las figuras más reconocidas.