“Canelo”: Fama, fortuna…y presión

Saúl "Canelo" Álvarez habla de su meteórico ascenso a la gloria, y sobre cómo le ha cambiado la vida

Saúl "Canelo" Álvarez durante su entrenamiento en Big Bear para su pelea con Floyd Mayweather el 14 de septiembre.

Saúl "Canelo" Álvarez durante su entrenamiento en Big Bear para su pelea con Floyd Mayweather el 14 de septiembre. Crédito: J. Emilio Flores / La Opinión

Dinero, fama, mujeres lindas, un cóctel peligroso a tu edad, en tu medio y con tu prestigio. Puntos de debilidad inevitable… ¿Cómo los manejas?

“Creo que te distraes cuando quieres, pero eso siempre hay… Nadie niega que lo más lindo es vivir momentos bonitos al lado de una mujer. Creo que la experiencia en la vida le enseña a uno cómo manejarse y tener una carrera profesional. Habrá tiempo para todo, pero por delante de todo está la responsabilidad profesional”.

Siendo ya un campeón establecido, ¿cómo evitar que se te suba la fama a la cabeza?

“Pues yo creo que cada cosa se pone en su lugar y nada más estar agradecido con Dios, y yo creo que eso ya lo traes desde siempre por la forma como te educaron en familia y nada más falta un empujoncito. Yo me considero alguien a quien educaron muy bien, sé cuidarme y estar agradecido con todo lo que me está pasando”.

Los rivales del “Canelo” van a las peleas a pelear por ellos y para ellos. Pero usted lleva a cuestas a todo un país. ¿Qué tanto pesa eso?

“Si te digo la verdad, no pesa. Es una gran responsabilidad que se adquiere una vez que cuentas con el respaldo del público. En cuanto te haces más conocido, la gente te reclama más, pero no es algo que te ponga presión o te distraiga. Para mí, pensar en mi país es un gran estímulo y más motivación para subir a ganar”.

Cuando peleaste ante José Miguel Cotto, en tu debut en Las Vegas, reconociste al final que definitivamente hay nervios y que sí pesa el escenario. Después de caminar tanta lona, ¿sigue pesando el escenario?

“No. Ya eso pasó, ya tengo más experiencia y quedan atrás malos ratos, malos momentos, o sustos si se quiere, pero eso se trabaja, y en la medida en que peleas más, aprendes más, y ya para mí esa etapa de los nervios ha quedado atrás”.

Muchos atletas, antes de competir, se encomiendan a un santo ¿Tú lo haces o cumples con algún ritual?

“Yo creo en Dios, creo en la Virgen, y me encomiendo a los dos antes de subir al cuadrilátero”.

“Todas las noches, antes de dormirme, me persigno y rezo algo para agradecer por todo lo que está pasando, y pido que me den sabiduría para poder responder de la mejor manera”.

Allí, a la mera hora, cuando estás listo para ir al cuadrilátero, rezas un poquito…

“Sí, siempre que salimos de la habitación del hotel para la arena rezamos un Padre Nuestro, y hay un momento de tiempo para persignarme y ponerme en manos de Dios y que sea lo que Él quiera”.

La gloria de un boxeador llega más tarde o más temprano o simplemente no llega. En tu caso no has debido esperar mucho.

“Así es. Pero lo cierto es que si te preparas y te tomas tu trabajo con responsabilidad y sacrificio, va a llegar el momento de recoger los frutos”.

“Cuando perseveras en algo y le pones todas las ganas del mundo, siempre tiene que llegar. A algunos nos llega más rápido, a otros más tarde, pero llega”.

Una etapa que nunca se acaba de superar es el aprendizaje en la vida. ¿Qué lugar le das a la envidia… a la arrogancia?

“Envidia siempre la ha habido en todos lados, en una empresa, en el deporte, y con toda la gente. Y la arrogancia puede venir muchas veces de la mano del éxito, pero todos esos sentimientos hay que saberlos asimilar”.

¿Cómo se manejan estas semanas de aislamiento y de soledad. Las sufres, las disfrutas?

“Es parte de todo y tienes que aprender a disfrutarlo. En mi caso, yo no estoy solo, tengo a mi equipo de trabajo que es como mi familia y eso es muy importante”.

Hay unas horas de solaz. Veo que juegan billar, ven películas, etc. ¿Cómo pasas ese tiempo en el que no entrenas?

“En eso… también escucho música y trato de relajarme en esas horas de descanso. Después de entrenar, descansas, duermes y te distraes en algo con el grupo y la pasamos bien”.

En el fondo de todo gran atleta hay un ser humano. Alguien que goza, sufre, disfruta, festeja… ¿Qué bebe, “Canelo” cuándo bebe?

“Agua. Bebo agua”.

Quise decir, cuando vas a las discotecas.

“No, no. La verdad es que no es que no deba o no pueda… todo se puede, sino que siempre he sido un deportista, desde muy chico, y eso es lo que me gusta. Las borracheras o los borrachos no es algo que me llamen la atención”.

En esta nota

Boxeo Canelo saulalvarez

Suscribite al boletín de Deportes

Recibe gratis el boletín de deportes que un verdadero fan no se puede perder

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain