LA VÍBORA

Óscar De La Hoya
Óscar De La Hoya
Foto: ASSOCIATED PRESS

Esta semana, sí que se desataron los demonios. No es que estuvieran amarrados, pero ahora salieron a la luz pública. El martes sorprendió la noticia de que Óscar de la Hoya regresaba a rehabilitación. Es lamentable sí, porque es un máximo representante del deporte, aunque ahora sus adicciones por el alcohol y, dicen, las drogas, lo estén llevando a la perdición. Hasta hace una semana el excampeón aparentaba plena normalidad, dando entrevistas a todo mundo por la reciente pelea del ‘Canelo’ Álvarez, pero sabrá Dios, o el diablo, con qué demonios se topó en Las Vegas, donde se encontraba preparando todo para ese gran evento. Qué fortaleza la de Millie Corretjer, la esposa del excampeón, qué calladita, calladita… ha de estar viviendo un infierno.

Otro que anda por las mismas es el cantante Reyli Barba, de quien ahora hay una terrible confusión de las autoridades, que si estaba o no drogado o sólo alcoholizado. Para el caso es lo mismo. La droga y el alcohol como adicción no tiene grandes diferencias, aunque socialmente nos hagan ver que es mejor decir alcoholizado que drogado. Lo que hizo Reyli, en el estado que haya sido, es vergonzoso por golpear a las autoridades, entre ellas a una mujer. A diferencia de De la Hoya, Reyli no acepta su adicción y eso es lo peor. Pero lo que me sorprendió fue la respuesta de Ana Bárbara, con quien tiene un hijo. La cantante lamentó lo ocurrido y dijo que no sabía nada de cómo se encontraba el padre de su hijo, porque ni siquiera había hablado con él. Pero, ¿y entonces? Pobre hijo… ¡De lengua me como un taco!, no creo que esa “relación” tan amistosa hay terminado bien. Pero la que acabó echando chispas es otra grandota mujer, Rebeca de Alba que tuvo que dar la cara para aclarar su comentario en el lavadero mayor: Twitter, donde, en pocas palabras y a mi estilo, dijo que Ricky Martin era un “gacho”, “desgraciado” y mentira que sea muy caritativo. No quiso decir cuál fue la causa de su pelea y de que ella anunciara que su amistad había terminado. Seguro que eso no le ha quitado ni poquito el sueño a mi querido Ricky, quien probablemente desde hace mucho dejó esa amistad en el olvido y por eso le negó el favorcito.

¿Y qué onda con… Miley Cyrus? A esta en verdad le gustó encuerarse y hacer movimientos muy sugerentes, pero yo creo sobretodo, lo que más le gusta, es hacer escándalo que aumente el morbo: eso le fascina. Su nuevo video es más aceptable que lo hecho en los premios VMTV, por lo menos aquí la ven por elección y no a la fuerza. Por cierto, no siempre le gusta encuerarse, por lo menos toma el sol en bikini, digo por si todavía alguien se la encuentra en alguna piscina o en la playa y reconoce que algún día fue Hannah Montana.