La próxima decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre acción afirmativa puede eliminar la perniciosa Proposición 209 que ha reducido el acceso de los estudiantes de minorías a la universidad. Esa, al menos, es la esperanza.
Hoy se discute en el Alto Tribunal la Propuesta 2 de Michigan que, al igual que la 209, impide la consideración racial en el ingreso de los estudiantes a la Universidad. Ward Connerly es el autor de ambas.
Las dos medidas, además de tener en común a su autor, tuvieron un impacto similar muy negativo al reducir el número de estudiantes afroamericanos y latinos a las universidades estatales. La diferencia es que un tribunal federal de apelaciones mantuvo firme la iniciativa de California, mientras que otro panel judicial similar se opuso a la medida de Michigan, por lo cual fue a parar a la Corte Suprema.
Los magistrados deberían anular este tipo de medida, considerando el impacto perjudicial a corto y largo plazo para los estudiantes de minorías. Los centros de estudios, como el sistema de la Universidad de California, han probado distinitas opciones para reducir ese efecto sin mucho éxito. Un fallo en contra de la Propuesta 2 sería la mejor noticia en mucho tiempo.
Los programas de acción afirmativa han sido criticados por ser considerados erróneamente como “discriminación a la inversa”. En realidad bien aplicados toma en consideración circunstancias y oportunidades de los alumnos que, debido a la naturaleza de nuestra sociedad e historia, no pueden ser ignorados. Son muchas las desventajas con que muchos estudiantes de color inician el camino escolar.
Una nación diversa como la nuestra se enriquece en la medida que todos sus habitantes, sin distinción de raza y color, tienen acceso a la superación gracias a una educación universitaria.
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