Obamacare no cambiará pese a presión de republicanos

A pesar de que la crisis en Washington se inició con el objetivo –de parte de un sector del partido republicano- de forzar cambios en la Ley de Reforma de Salud (ACA), también conocida como Obamacare, por el momento se ve poco probable que la misma vaya a sufrir cambios, retrasos o reformas significativas.

La ley tampoco es nueva: fue aprobada por ambas cámaras y firmada por el presidente en marzo de 2010, pero la fecha del 1 de octubre resultó clave por dos razones: es el comienzo del año fiscal del gobierno federal y es la fecha en la cual comenzaron a funcionar los mercados de seguro (healthcare exchanges), aunque la cobertura que se compre en los mismos no entrará en vigor hasta el 1 de enero próximo. No obstante, varias secciones de la ley habían entrado en vigor anteriormente, por ejemplo, la que prohíbe a las empresas de seguro rechazar a las personas con condiciones previas de salud.

ACA tiene numerosos problemas políticos y algunos reales, como la saturación de su sitio nacional de internet. No obstante, por el momento, se ve poco probable que alguno de estos cuestionamientos lleve a su suspensión o retraso, apuntó Marie Torres, vicepresidenta de asuntos gubernamentales de Altamed.

“El Presidente ha dejado muy claro que no habrá un acuerdo con los republicanos, que han ligado el presupuesto y el pago de la deuda federal a la condición de forzar cambios en Obama care”, dijo Torres. “No parece que el Presidente esté dispuesto a hacer concesiones en este momento, pero está claro que con el senado en manos demócratas y Obama dispuesto a defender la ley, esto no va a ocurrir”.

Los republicanos han realizado docenas de votos para quitarle fondos a Obamacare en la Cámara, pero el Senado no ha hecho lo propio y el Presidente ha amenazado con vetar cada uno de ellos. Aunque Obama ha dicho, en el contexto de la crisis presupuestal, que está “abierto a conversar mejoras a Obamacare”, los expertos señalan que no es probable que acceda a ningún cambio que reforme significativamente una de las legislaciones más importantes aprobadas durante su gobierno.

El cambio más importante que han pedido los republicanos: el retraso del mandato federal de comprar seguro, es uno que Obama ha dicho en repetidas ocasiones que no negociará. Según analistas, el cambio más probable implicaría revertir un impuesto a instrumentos médicos, aunque esto añadiría más al déficit ya que eliminaría una fuente de ingresos para la ley. Los demócratas habían rechazado incluso este cambio en las últimas negociaciones.

De hecho, las más recientes encuestas de opinión encuentran que el Presidente está en una posición política más fuerte que la que tenía al inicio de esta crisis y hasta Obamacare ha subido 7 puntos en las encuestas, convenciendo a algunos ciudadanos que antes estaban indecisos. También señalan que la mayoría de los votantes no está de acuerdo con ligar los temas de presupuesto a los cambios en la ley, dándole la ventaja a Obama. Las encuestas que se han enfocado en votantes latinos han hallado apoyo para ACA entre esta comunidad, una de las más aquejadas por altas tasas de personas sin cobertura.

“Si quieren cambiar la ley, los republicanos tendrían que legislar por medio del Congreso, pero con el Senado demócrata y el Presidente en funciones, eso se ve muy difícil”, añadió Torres.

Es probable que la lucha por Obamacare se extienda y se convierta en tema de campaña en 2014, y todo va a depender del apoyo público que la ley vaya logrando y de que el gobierno federal pueda superar los problemas iniciales de acceso al sitio de internet por el que el público puede inscribirse al mercado de seguros y comprar una prima.